Un cierre musical con Miles Davis

El BAFICI siempre ofrece para su público de adultos jóvenes una programación cargada de música. Y este año no fue la excepción, con proyecciones del documental de Peter Bogdanovich sobre Tom Petty, la biopic de Hank Williams y la cinta de Spike Lee sobre Michael Jackson, entre otros. Pero para la función de clausura los programadores dejaron uno de los más esperados filmes del Festival: “Miles ahead” es la biopic de Miles Davis escrita, dirigida y protagonizada por Don Cheadle que cerró anoche la edición número 18 de la fiesta porteña del cine independiente.

Llevar a la gran pantalla la vida de Miles Davis fue una obsesión durante años para Don Cheadle, que afirma que trató de alejarse de las reglas y los convencionalismos para llevar a cabo el proyecto. Así al menos es como le hubiera gustado que se llevara a cabo un filme sobre su figura al propio Davis, apuntó Cheadle.

Y para conseguirlo contó desde el principio con el apoyo y el beneplácito de la familia del genio del jazz, fallecido en 1991 a los 65 años y autor de joyas como “Kind of Blue”, “Sketches of Spain” o “Bitches Brew”.

De hecho, en 2006, cuando Davis entró de forma póstuma en el Salón de la Fama del Rock and Roll, su sobrino, Vince Wilburn, anunció que Cheadle sería el tipo perfecto para interpretar a su tío en el cine.

Aceptada esa responsabilidad, Cheadle, un enorme fan de la música de Davis, se embarcó en el proyecto, apostó por su propia visión de la historia y decidió asumir el mando en todos los frentes posibles. “No quería hacer la típica historia sobre una personalidad histórica”, confesó el intérprete, que no siempre logra escapar de la fascinación que le genera el artista y comprenderlo. Y tampoco parece desearlo.

“Aposté por crear una narrativa donde se sintiera la energía y la creatividad de la mente de Miles y que fuera similar a una composición. No quería rodar un programa didáctico con trozos de su vida”, indicó el ahora cineasta.

La historia gira en torno a la situación personal del músico en 1979, un periodo de sequía artística en Davis, muy diezmado físicamente, envuelto en problemas con el alcohol y las drogas y atormentado por los recuerdos de su matrimonio con la bailarina Frances Taylor. Al borde del abismo, y con la ayuda de un periodista que irrumpe en su vida, Davis encontrará la salvación en su propio arte.

La película se estrenó en Estados Unidos el 1º de abril y todavía no tiene fecha de debut en la cartelera comercial argentina.