La próxima vida del genio de Minneapolis
| 29 de Abril de 2016 | 02:16

La muerte de Prince Rogers Nelson, por causas que aún no están claras, deja tras de la estela del mito de Paisley Park tantas incógnitas como potencial económico. Desde una eventualmente abultada herencia hasta la edición de material guardado en su misteriosa bóveda, pasando por su regreso a los escenarios como holograma, todo genera expectativas y tironeos millonarios.
Cuando estaba vivo, Prince hizo cientos de millones de dólares para compañías discográficas y salas de conciertos. Eso está claro; lo que no está claro es cuánto dejó y quién se quedará con su fortuna.
Después del shock de nostalgia que llevó a los fans a comprar 2,3 millones de sus canciones en los tres días inmediatos a su deceso, todavía no se sabe si dejó un testamento, ni quién manejará su herencia.
Prince poseía una docena de propiedades en y alrededor de su famoso complejo Paisley Park en un suburbio de Minneapolis, en su mayoría terrenos rurales y algunas casas para miembros de su familia. Documentos públicos muestran que esas propiedades valen unos 27 millones de dólares.
Pero los estimados de cuánto generarán las concesiones de su marca personal tras su deceso alcanzan las nubes... púrpura. “Era de lo más grande que hay”, se admira Mark Roesler, director ejecutivo de CMG Worldwide, que maneja la comercialización del nombre e imagen de Marilyn Monroe, James Dean y otras estrellas extintas.
Roesler calcula que las ganancias post-mortem de Prince igualarán las de celebridades como Elvis Presley, cuyo patrimonio facturó 55 millones de dólares solamente el año pasado, según la revista Forbes.
“¿Habrá un negocio en torno a Prince dentro de sesenta años como ocurre con James Dean? La respuesta inequívoca es sí”, asegura Roesler.
Si Prince dejó un testamento o creó un fideicomiso, los herederos de su futura fortuna se conocerían. Pero ningún documento de este tipo ha aparecido.
Bajo las leyes de Minnesota, una persona puede presentar un testamento ante un juzgado de sucesiones en secreto. Si Prince lo hizo, el hecho de que exista el testamento sería público una vez que se presentara un certificado de defunción, pero el médico forense aún no ha emitido uno para Prince, cuyos restos fueron cremados el sábado pasado.
L. Londell McMillan, por años abogado de la superestrella, y ex manager, declinó hacer comentarios acerca de si el artista tenía un testamento o cualquier otra particularidad sobre su herencia, pero advirtió: “quiero asegurarme de que su legado sea respetado y protegido sin importar el papel que yo desempeñe”.
McMillan también fue abogado de Michael Jackson y tuvo un papel en la tramitación de su herencia, así como en las del rapero Notorious B.I.G. y Sammy Davis Jr. Otros abogados que trabajaron para Prince -incluido Alan Eidsness, quien manejó su divorcio en 2006 de Manuela Testolini Nelson- dijeron que no estaban a cargo de su herencia.
Prince no estaba casado y no se le conocen hijos. Tenía una hermana, Tyka Nelson, y cinco medio hermanos (otros dos medio hermanos fallecieron), que podrían compartir su herencia si no dejó un testamento. Vendió más de 100 millones de discos en vida, según Warner Music Group; Pollstar, una publicación de la industria de conciertos, estima que en los años en que sus giras encabezaron las listas de popularidad -diez sus cuatro décadas actuando- las giras generaron 225 millones de dólares en boletería. Sin embargo, tuvo dificultades con el fisco en varias oportunidades a lo largo de los años.
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