José Luis Gioja: el sanjuanino en el PJ

Para los bonaerenses, José Luis Gioja es un “gobernador lejano”. Gobernó durante tres periodos (hasta el año pasado) la provincia de San Juan. Pero ahora se ha convertido en la nueva cabeza del justicialismo. Acompañado por Daniel Scioli, le toca el complejo desafío de pilotear una delicada transición en el partido tras la derrota del año pasado y el prolongado ciclo del kirchnerismo en el poder.

Ingeniero, de modales amables y campechanos, con fama de conciliador y con reconocida cintura política, Gioja es, de alguna forma, un referente del peronismo tradicional.

Nació el 4 de diciembre de 1949. Y tiene un largo recorrido político.

Ya en los tiempos de estudiante universitario mostró perfil de dirigente. Ingresó a la facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Cuyo, donde se tituló de ingeniero agrimensor. Entre 1972 y 1973 se desempeñó como presidente de la Agrupación Nacional de Estudiantes Universitarios (ANEU).

En 1973 asumió como secretario privado del gobernador sanjuanino Juan Eloy Camus. Ese mismo año y hasta 1975 se desempeñó como presidente de la Juventud Peronista San Juan.

Como gobernador, Gioja tuvo siempre una muy buena sintonía con el matrimonio Kirchner. Ahora lidera la postura del PJ que quiere “renovar sin romper”

Fue elegido diputado provincial en 1987; diputado nacional en el 91 y en el 95, pero declinó al cargo para asumir como Senador Nacional, luego de la reforma constitucional que aumentó el número de escaños en el Senado.

Entre 2002 y 2003 fue presidente provisional de la Cámara de Senadores y primero en la línea sucesoria presidencial de acuerdo con la Ley de Acefalia. Estuvo a cargo de la presidencia de la Nación por ausencia del Presidente durante dos periodos en ese plazo.

En 2003 fue elegido gobernador de San Juan, función para la cual fue reelegido en 2007 y el 8 de mayo de 2011 ganó una consulta popular que le permitió reformar la Constitución Provincial para ser candidato por tercera vez consecutiva. El 10 de diciembre de 2011 asumió su tercer mandato.

En ese proceso, protagonizó una dramática pelea familiar con su hermano, César Gioja, quien se opuso con tenacidad a la re-reelección.

San Juan es una provincia chica. Tiene una población de unos 700 mil habitantes, equivalente a la de La Plata.

En ese territorio gobernó Gioja más de una década. Lo definen como un tipo más bien sencillo, que habla arrastrado, que tiene a su esposa de siempre, una hija monja, uno de sus hijos (el menor) con capacidad especial y otro que no ha tenido protagonismo.

Como habla “muy sanjuanino”, se expresa con modismos que la mayoría de la gente utiliza a diario, a veces hasta inventa algunos como el que utiliza frecuentemente: “no nos almorcemos la cena”.

Sin grandes estridencias ni ostentaciones, todos lo conocen como “El Flaco”.

Sus adversarios, sin embargo, le han adjudicado un excesivo personalismo y su propio hermano ha llegado a calificarlo como “un tirano”. Cuentan que durante sus mandatos como gobernador, “todo pasaba por él”.

Apostó muy fuerte a consolidar el potencial minero de la provincia. Eso le ha valido reconocimientos y también cuestionamientos y sospechas. Su relación con la Barrick Gold ha sido objeto de intensas controversias. El derrame de cianuro ocurrido el año pasado lo puso en una situación muy incómoda.

Gioja es casi sinónimo de minería en el país.

En el plano político, fue ultrakirchnerista, pero ahora plantea una posición intermedia, más proclive a una renovación sin ser por eso rupturista.

Ha enfrentado escándalos en su administración. Además de los vinculados a la Barrick Gold, uno por la compra directa (sin licitación) de un avión para su propio traslado.

Uno de los capítulos más traumáticos de la carrera política de Gioja fue el de la pelea con su hermano, el ex senador César Gioja. Ha llegado a llorar en público por ese motivo.

Flavia, la única hija mujer de José Luis Gioja, es monja y pertenece a la congregación de las Esclavas del Corazón de Jesús. Ha sido el “sostén espiritual” de la familia

En la cuenta oficial de Twitter del hermano aparecieron, en aquel momento, mensajes como este: “Siento un profundo dolor por una decisión que nuestros padres jamás aprobarían. Respetar la palabra empeñada es lo que nos enseñaron”, a la vez que acusó al mandatario de tomar decisiones “inconsultas” y de “someter al movimiento justicialista a una crisis sin sentido”.

Pero una situación más dramática cambiaría la vida de Gioja. Fue en octubre de 2013 cuando, en plena campaña electoral, se trasladaba en un helicóptero que se cayó. Una diputada que lo acompañaba murió en el accidente. Gioja sufrió graves heridas pero, al cabo de una prolongada internación en Buenos Aires, se pudo recuperar.

Admiten sus allegados que eso le cambió la perspectiva de las cosas. “Probablemente no haya vuelto a ser el mismo”, dicen en su entorno cuando hablan sobre el accidente.

Lo cierto es que nunca ha aflojado en la batalla de la política. El año pasado fue electo diputado nacional y ahora, junto a Daniel Scioli, ha quedado al frente de la conducción del PJ nacional.

El tiempo dirá su su fama de conciliador y de político “con cintura” pesa más, en esta coyuntura, que las intransigencias que lo llevaron en algún momento a una fractura política irremontable dentro de su propia familia.

Gioja vuelve a estar en el centro de la escena política.