Macri sorprendió a rosarino que le envió 100 pesos para ayudar al país

El presidente Mauricio Macri aprovechó  su visita a la planta de General Motors ubicada en la localidad  santafesina de Alvear para reunirse con el vendedor de torta asada  que tras las elecciones le había enviado un sobre con 100 pesos en  su afán de colaborar con la economía del país.    

Hace unos meses Alfredo me mandó una carta acompañada de $100. Hoy fui a conocerlo. https://t.co/YIFWsGIK5Thttps://t.co/VCWbk5OTnr

— Mauricio Macri (@mauriciomacri) 11 de mayo de 2016

Alfredo Farías tiene 63 años y desde hace dos décadas vende tortas asadas y bolas de fraile en el paraje Cuatro Esquinas, en el cruce de las rutas provinciales 18 y 25, a 35 kilómetros de  Rosario, ciudad en la que reside junto a su mujer Mónica.   

 A principios de diciembre, el hombre mandó una carta con  destino a Balcarce 50 y dentro del sobre, un billete de cien pesos  "para colaborar con la reconstrucción del país".      

"Por la situación del país, acepte estos 100 pesos. Porque con  un poquito de cada uno juntaremos mucho […] y apenas Mónica y yo  podamos, le enviaremos más", decía el papel escrito a mano.    

En enero, Macri le pidió a sus asesores que contacten a  Alfredo para una charla telefónica que se extendió por más de 20  minutos, en la que el presidente aceptó los 100 pesos de regalo y  prometió una charla "cara a cara".     

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El encuentro se concretó este mediodía tras la recorrida que  Macri realizó por las instalaciones de la planta General Motors,  con motivo de la presentación del Chevrolet Cruze II, nuevo modelo  de la firma.    

El primer mandatario arribó al paraje donde trabaja Alfredo en  helicóptero y se sentó durante unos minutos para cumplir su  promesa. "Tiene mis cien pesos en un cuadrito", contó exultante el  hombre a los medios locales.    

Alfredo dijo que votó a Macri sin ser "macrista" porque quería  un cambio en el país y que confía que el gobierno solucione los  problemas que afectan a todos los argentinos.    

"Bajó del helicóptero y nos pusimos a charlar. Se reía con  mucho aprecio de cuando me llamó por teléfono y yo no le creía. Me  dijo que era el primer caso de un ciudadano que ayudaba a un  presidente con dinero enviado por correo", agregó.    

Todos los días, poco después de las 3 de la madrugada, Alfredo  enciende su viejo Renault 12 y desanda junto a Mónica los  kilómetros que los separan de su puesto de trabajo para atender el  desayuno de decenas de camioneros y viajantes.    

"Este gesto del presidente nos da más fuerza para seguir  trabajando y creyendo en nuestro país", afirmó.