Robledo Puch podría venir a una granja evangélica en La Plata
| 11 de Mayo de 2016 | 01:14

Carlos Eduardo Robledo Puch, el máximo asesino de la historia criminal argentina, fue trasladado ayer desde el penal de Sierra Chica a la Asesoría Pericial de San Isidro para ser sometido a estudios médicos en el marco de su pedido para abandonar la cárcel después de 44 años.
Escoltado por una decena de efectivos del Servicio Penitenciario Bonaerense y de la Policía provincial, el múltiple homicida ingresó alrededor de las 9.20 al playón de estacionamiento de la asesoría.
El traslado fue dispuesto por la Sala I de la Cámara de Apelaciones en lo Penal de San Isidro con la recomendación de que la diligencia la lleve a cabo “una comisión especial”, que fue supervisada personalmente por un secretario judicial.
Según las fuentes, la revisión médica se hizo para evaluar el estado de salud de Robledo Puch (63), quien sufre una Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) por la que, según explicó el defensor general de San Isidro José Luis Villada, está “bastante deteriorado”.
Esta evaluación se enmarca en la solicitud realizada por la defensa para que Robledo Puch sea alojado en una granja de la Iglesia Cristiana Evangélica cerca de La Plata, requerimiento que debe ser tratado por el juez de Ejecución de la Cámara de San Isidro, Duilio Alberto Cámpora,
“Si bien es cierto que el Servicio Penitenciario no tiene lugares de esta naturaleza, no es menos cierto que quienes son responsables de esta granja han sido funcionarios” de ese organismo, indicó Villada.
Sobre la granja, dijo que es un “lugar diferente a una unidad carcelaria”, en el que “se trabaja todo el día y se estudia” y que “no tiene antecedentes de fuga ni de desapariciones”.
En su pedido, la defensa interpuso un recurso de hábeas corpus para reclamar la libertad del detenido y en esa oportunidad sostuvo que “la excesiva e injustificada demora (…) en resolver en definitiva la situación” del condenado “importa lisa y llanamente un agravamiento de las condiciones de detención”.
Robledo Puch fue condenado el 27 de noviembre de 1980 a reclusión perpetua, al ser encontrado culpable de 11 homicidios, entre otros delitos.
La serie de asesinatos, robos y violaciones comenzó en mayo de 1971 en la zona norte del Conurbano y tuvo como primer cómplice a Jorge Ibáñez, a quien conoció a los 16 años y que murió en agosto siguiente en un presunto accidente de auto en el que también estuvo involucrado Robledo Puch.
La seguidilla continuó con su segundo cómplice, Héctor Somoza, quien fue en febrero de 1972 la última víctima del “Ángel Negro”, al que detuvieron un día después de ese crimen en Tigre.
La principal prueba de la Policía para localizar a Robledo Puch fue su documento identidad hallado en el bolsillo de la camisa de Somoza, a quien mató con el soplete que utilizaban para violentar las cajas fuertes.
TRES DIAS EN LIBERTAD
Desde hace 44 años, Robledo Puch sólo estuvo en libertad tres días, cuando en el año 1973 se fugó de la Unidad Nº 9 de La Plata.
Lo atraparon en la zona Norte del Conurbano, al parecer, por pedido de su mamá.
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