Desesperado pedido de una madre por su hijo asesinado en Ensenada
| 13 de Mayo de 2016 | 01:37

Impulsada por un dolor lacerante y, la innegociable necesidad de que el asesinato de su hijo encuentre una respuesta por parte de la Justicia, la mamá de Juan Pablo Rigotti, el tandilense de 32 años que murió desangrado en un asalto en la ciudad de Ensenada, tras ser atacado a puñaladas el 11 de marzo último, hizo pública una emotiva carta dirigida a la fiscal que investiga el caso, Virginia Bravo, a quien le pidió que el homicida “no salga en libertad” .
La misiva lleva la firma de Marcela Pioli y fue compartida a través de la red social Facebook, donde encontró enormes muestras de solidaridad y apoyo en este momento tan difícil de su vida. Dice lo siguiente:
“Le explicaré quién es para mí Juan Pablo Rigotti y quién era para usted”.
“Para mí es el segundo de mis hijos. Tiene 32 años. Hace 10 que vive con su novia. No fuma, no bebe, no se droga. Está haciendo la tesis para recibirse de comunicador social. Trabaja por internet. Es corrector literario. No sale de su casa sin su novia y sólo a hacer algún mandado. Tiene su huerta propia. Practica gym frente a un video dentro de su casa. Vive en Ensenada. Es puro, limpio, transparente, ilumina nuestras vidas. Es sabio. Inteligente y bondadoso”.
“El es todo eso, aunque un ciudadano paraguayo, borracho, entró en su casa (de calle Francisco Cestino entre Independencia y Libertad) a robar y lo asesinó a puñaladas. Más precisamente, ocurrió el 11 de marzo, alrededor de las 16”.
Ese día, según confirmaron fuentes judiciales a este diario, Rigotti se encontraba junto a su pareja, Alejandra Martínez (27), cuando el acusado del homicidio, Walter Osvaldo Ferraras (49), trepó por un balcón hasta la planta alta del inmueble y, con una cuchilla, lo hirió de muerte.
Los mismos voceros detallaron que, luego de esa salvaje agresión, en la que la chica también sufrió distintos cortes, el hombre huyó con 800 pesos, dos celulares y una cámara de fotos.
Posteriormente, tras distintas diligencias, la Policía lo pudo ubicar en una casa distante a unas diez cuadras de la que habitaba Rigotti.
“PARA USTED ERA, PARA MI ES”
En otro tramo de su dolorosa nota, la madre de la víctima mencionó que “para usted era… porque mi hijo está muerto. Pero se trata de un asesinato en ocasión de robo. Uno más. Para nosotros, su familia, “es” porque es mi hijo. Porque es hermano, tío y cuñado. Porque lo tuve dentro mío nueve meses y lo criamos con amor. Lo llevé al jardín. Le enseñamos a andar en bicicleta, a ser respetuoso y educado”.
“Le podría contar mil cosas más de Juan Pablo y todas serían buenas. Y “es” porque sabemos que de alguna manera Juan Pablo está con nosotros”.
“El asesino está preso. He escuchado decir que irá a una prisión cerca de su familia. Que con buena conducta saldrá en 7 años. Que con un juicio abreviado podría salir en 5 años. Que él tiene derechos. Yo, señora fiscal, quisiera preguntarle dónde quedaron los derechos de mi hijo”.
“La familia de Juan Pablo le pedimos justicia. Que pague el tremendo asesinato y el gran dolor que ha causado en la familia y en los amigos de Juan Pablo”.
“Señora, mi hijo planeaba tener un hijo este año y comprarse un terreno con plata que estaba juntando con mucho sacrificio. Pensaba venir a Tandil en estos días porque su hermana tendrá a su hijita y ahora no podrá conocerla”.
“Señora, nuestros corazones están rotos. Los corazones de sus hermanos, padres, cuñados y sobrinos. Todavía no podemos procesar qué pasó, lo que le pasó a Juan Pablo. Porque es una tremenda injusticia. Estaba dentro de su casa trabajando, entró el asesino y lo mató”.
“Se podrá dar cuenta que no entendemos eso de buena conducta, de juicio abreviado y de los derechos del asesino”.
“Ahora le hablaré como madre. Solo le pido que por un segundo se ponga en mi lugar. Mi dolor es tan grande que no me deja respirar. Que no me deja dormir y que cuando duermo y me despierto me doy cuenta de que no fue una pesadilla. Mi hijo está muerto. No lo veré más. No lo podré abrazar, besar y decirle ‘te quiero mucho’. Sabe, señora fiscal, cómo extraño que me diga: ‘Hola ma, ¿cómo estás?’”.
Y concluyó : “La familia de Juan Pablo y yo en especial, como su madre, le pedimos por favor justicia. Que no salga de la cárcel”.
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