Singular robo y destrozos en escuela de Gorina

El ataque delictivo perpetrado en las primeras horas del jueves en una escuela secundaria de Gorina fue bastante similar al ocurrido en otros establecimientos educativos.

Los delincuentes actuaron de noche, con el colegio cerrado y sin testigos. Así robaron y provocaron destrozos en diversos sectores del edificio.

Sin embargo, el caso de la Escuela Secundaria Nº 37 de esa localidad del norte platense, que funciona en 6 entre 483 y 485, tiene ribetes todavía más increíbles.

“DEFECARON Y ORINARON”

Así se lo hicieron saber a este diario ayer a la tarde autoridades de ese colegio.

El director del establecimiento, Pedro Lapido, indicó ante EL DIA que “los delincuentes se la agarraron con el sector de la biblioteca, que es compartido con la escuela primaria que también funciona en este edificio”.

Detalló sobre que “robaron un monitor de computadora, una media docena de netbooks de alumnos y de la escuela, al igual que un CPU viejo”.

Pero más allá de la indignación por la pérdida de esos objetos, generó en esa comunidad educativa un especial repudio la maldad demostrada por los ladrones.

Sobre el particular, Lapido comentó que “se encargaron de destrozar todos los muebles de la biblioteca y hasta lámparas. También de tirar al piso libros, carpetas y diversas hojas. Hay que ver el desorden con el que se encontraron quienes llegaron a la mañana”.

Pero ese mismo personal del colegio quedó todavía más perplejo al observar que en el piso de la biblioteca los delincuentes “dejaron materia fecal y orina”.

“Eso habla por sí solo del desprecio de esos sujetos por una entidad de bien público como la nuestra”, agregó el directivo.

Al ser consultado sobre cómo accedieron al intruso al interior de la escuela, hizo saber que “fue por los fondos. Primero rompieron parte de un alambrado perimetral, para después violentar la reja de una ventana, que también dañaron”.

ANTECEDENTES

Lapido refirió que “es la primera vez en este año que nos ingresan ladrones”.

Pero recordó que “durante el año pasado ya tuvimos por lo menos otros cuatro robos”.

Por tal razón, en esa escuela secundaria que cuenta con una matrícula de 270 alumnos entre sus tres turnos -mañana, tarde y noche, incluyendo al bachillerato para adultos- volvieron a hacer hincapié en la necesidad de que la Policía le brinde vigilancia en horas de la noche.

“Es que todos los ataques a la escuela fueron en ese horario, cuando los delincuentes saben que pueden actuar sin mayores obstáculos”, coincidieron en reflejar en ese establecimiento. Es que los recursos no abundan, pero sí los esfuerzos.