Fiesta, éxtasis y muerte: ¿un policía de Narcotráfico en la trama del descontrol?
| 15 de Mayo de 2016 | 02:02

Hace un mes el país se estremecía con la noticia de que cinco jóvenes habían muerto por el consumo de drogas sintéticas en una fiesta electrónica cuyo nombre -Time Warp- se instaló a partir de entonces, junto con los debates en torno a la responsabilidad de las familias, los funcionarios y las fuerzas de seguridad en la prevención de las adicciones y el control de la venta de sustancias.
En el huracán informativo de ese 16 de abril se coló una noticia que ocurrió en La Plata, pero tenía que ver con todo aquello: policías de la Superintendencia de Investigaciones del Tráfico de Drogas Ilícitas y Crimen Organizado habían secuestrado 182 pastillas de éxtasis, dosis de LSD, cigarrillos de marihuana y cocaína, en un micro escolar cargado de personas que iban a la Time Warp.
En el operativo, que según comunicó el ministerio de Seguridad se originó por un llamado anónimo a “la línea gratuita 0800-222-7060”, detuvieron a los dos presuntos dealers, Exequiel Alicio y Luis Fabrizzi. Lo que comenzó a circular ahora es el dato de que aquella noche habría sido demorado también un policía de Narcotráfico conocido como “Paul”, al que testigos aseguran haber visto descartarse “pastillas” y llegar (antes del registro) en un Mini Cooper gris “que no fue revisado”, según la defensa de los imputados.
“Paul” es oficial de Narcotráfico y disck jockey en fiestas electrónicas
Lo extraño es que en las actuaciones no aparece ni siquiera mencionado el nombre de este policía que en sus ratos libres disfruta de pasar música en fiestas privadas y electrónicas. “Se lo ve en el video, lo mencionan los testigos, fue quien arrojó al piso las pastillas que tenía en su poder y fue esposado por la policía, quien inmediatamente lo reconoció como ‘colega’ e incluso lo reprendió”, aseguran los defensores Alfredo Gascón y Miguel Angel Molina en el hábeas corpus que presentarom para pedir la nulidad del procedimiento y la libertad de sus clientes.
En la causa que tramita en el juzgado a cargo de Fernando Mateos se destaca el relato de un testigo que bajo identidad reservada declaró que la noche del viernes 15 de abril arregló “con un grupo de amigos para ir a la fiesta Time Warp, yo no sabía quién organizaba el micro para ir”.
Recuerda que al llegar a 6 y 51 le pagó a Alicio los “150 pesos” pactados por el viaje y que enseguida subió al transporte escolar, aunque además apunta que en aquella misma esquina lo vio a “Paul” (la identidad se preserva porque no está imputado) y le comentó a la amiga con la que estaba que “ese chico es policía de Narcotráfico”.
“En el momento -continúa- sube la policía (...) diciendo que era una orden de allanamiento (...) que lo que se encuentre en el piso iba a ser de todos”.
Según este testigo, “llamo a uno de los policías y le digo que el que estaba en el Mini Cooper era un policía de narcotráfico y (...) una chica que estaba con nosotros dijo que le había comprado pastillas”.
“Pagamos el micro de nuevo y salimos”, cuenta uno de los jóvenes que estaban allí
“El policía me responde que ya lo tenían esposado al traidor ese”, se lee en otro tramo de la declaración, donde el joven también expone que mientras discutía con un par de agentes a los que les exigió que le mostraran la orden de allanamiento, “veo que Paul se va en su auto”.
“El policía me contesta que se estaba yendo con un policía, pero yo no vi ninguno”, aclara el testigo, dando cuenta de que después de un rato de permanecer allí esperando a que “identificaran a todos”, pagaron “el micro de nuevo y salimos”.
En la causa se incorporó un video que muestra la “previa” del operativo, dejando ver al Mini Cooper del policía a metros del colectivo y a él al lado de uno de los imputados y su novia.
Otro testimonio importante es el de una chica que sitúa al oficial de Narcotráfico “sobre la calle 6” al momento de la irrupción de los otros efectivos y cuenta que lo vio descartarse “una cajita de metal con pastillas adentro”. Agrega: “Sé que siempre anda con cien pastillas, sabíamos que había vendido cinco o seis, por eso digo que tenía 94 pastillas cuando las tira”.
Más adelante relata que “en eso la policía lo golpea (a ‘Paul’), queda tumbado en el piso y lo esposan (...) escucho que la policía le decía que era un vigilante de mierda y por qué se metía en todo esto (…) y veo que lo suben a su auto, y suben dos policías con él y se van”.
La teoría que sostienen los defensores de ambos imputados es que parte de las sustancias endilgadas a a sus clientes pertenecen a este oficial de Narcotráfico al que “se pretende encubrir”.
Más allá de los intereses defensistas, hay elementos para investigar por qué el nombre de este hombre no aparece mencionado en las actuaciones, ni se incorporó la totalidad de la prueba fílmica del operativo.
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