Una historia de pasión escrita por Graciela Ramos

Una millonaria caprichosa, una pareja de italianos que vinieron con el sueño de conquistar América, dos niñas que traman una amistad duradera a pesar de las diferencias sociales y un hombre con grandes ideales son algunos de los personajes que se entrelazan en la nueva novela de Graciela Ramos, “Los Amantes de San Telmo”, con la epidemia de fiebre amarilla como telón de fondo.

Tras el éxito que acompañaron los romances instalados en la escena de la conquista del desierto, Ramos regresa al sello Suma de Letras con la historia de Donatella y Stéfano, una joven pareja italiana que sueña con comenzar una nueva vida en estas tierras pero la realidad supera sus expectativas de prosperidad y tienen que vivir en conventillo del barrio porteño de San Telmo.

Los otros protagonistas son Rafael Alejandro Martínez Peña, marido de Josefa Margarita Lenrico, una niña de 14 años, caprichosa y arrogante, que le miente a sus amigas sobre su maravillosa vida de casada porque no soporta al ‘viejo’, quien la triplicaba en edad, hasta que se enamora de un nuevo cura español que llega al barrio pero termina suicidándose.

Ella queda embarazada del atormentado religioso, pare un hijo enano que interpreta como castigo divino y junto al marido cuarentón recluyen al niño en el campo y lo dejan al cuidado de la servidumbre.

“En un paseo de esos que hago siempre me crucé con personajes olvidados que son los que me inspiran, sentí la revolución en mi cabeza y mi estómago, y supe que tenía una nueva novela definida por la palabra inclusión”, dice Ramos.

“Josefa representa un prototipo de adolescente de época que no puede manejar su maldad ni le interesa hacerlo y tampoco tiene una guía que la ayude a pesar de que se convierte en esposa muy jovencita, lo que conlleva muchas responsabilidades para su edad -casi púber- una situación muy común en la época. Ella no se da cuenta la catástrofe que va dejando detrás suyo en consecuencia de sus decisiones”, explica la autora de “La capitana”.

En tanto que Pedro, “el hijo abandonado por sufrir enanismo, a medida que crecen sus dudas decide escapar del campo y al llegar a la ciudad, se encuentra con un nuevo mundo y amigos que lo contienen y así comienza a priorizar el amor por la vida”, describe.

Paralelamente, en las páginas escritas por Ramos aparece Sayen, una niña aborigen que vio cómo los criollos asolaron sus tierras y mataron a su familia, quien termina como esclava de ia familia Sellers donde vive Catherine -huérfana de madre y con un padre que viaja por el mundo- al cuidado de Asunción, nana de raza negra que ayuda a que esas dos soledades construyan una entrañable amistad.

Entradas en la adolescencia, Sayen y Catherine experimentan entre ellas su despertar sexual en una íntima y tierna relación: “Muchas lectoras (a las que adoro) me retan por esos renglones”, cuenta Ramos, algo al menos sorprendente en épocas de Matrimonio Igualitario y derecho a decidir sobre el goce de nuestro cuerpo. “Lo puse y me gustó hacerlo porque es una forma de contar todo puede pasar”, afirma.

“Ellas están creciendo y descubriéndose. En aquellas épocas esas cosas no se hablaban. Lo que hice fue mostrar la intimidad entre ellas y sus secretos”, revela la autora de “Lágrimas de la revolución” quien tuvo en otras épocas un trabajo estable pero siguió su sueño de renunciar y dedicarle a la escritura el tiempo suficiente para armar esas historias que hoy hacen emocionan a sus lectores.

A lo largo del libro -que se presentará el próximo 8 de mayo, en la Feria del Libro de Buenos Aires-, estas cuatro historias se van entrelazando “la mayoría de los personajes tienen en común su lucha por sobrevivir a las adversidades, ya sea situaciones fortuitas como la fiebre amarilla o decisiones políticas”, señala la novelista que un buen día pegó el volantazo y comenzó a cumplir sus anhelos más íntimos dentro de la escritura .