Otros análisis del fin de semana

Joaquín Morales Solá

LA NACION

“La mancha del escándalo está mojando muy cerca, demasiado cerca, de Cristina Kirchner. La ex presidenta y su hijo Máximo fueron imputados en una nueva causa por supuestos hechos de corrupción en la compraventa y el alquiler de inmuebles de la empresa Los Sauces”, dice Morales Solá. Mientras ello sucedía en Buenos Aires, el fiscal Marijuan “quedaba estupefacto varias veces en Santa Cruz por la fastuosidad obscena de las propiedades de Lázaro Báez”, la mayoría de ellas nunca usadas. Habla luego de cómo los jueces están desentrañando un sistema de corrupción que se extendió por 12 años: “Empresarios de obras públicas o subsidiados para la provisión de energía y de transporte facturaban con enormes sobreprecios; ese dinero sobrante servía para pagar sobornos o retornos a los funcionarios que autorizaban los pagos”. La duda es cómo se llegará a Cristina Kirchner. Un consenso entre jueces admitió que la ex presidenta necesita de pruebas más sólidas: “la oportunidad ocurrirá, dicen, luego de que muchos de sus viejos colaboradores hayan ido a parar a la cárcel. Deberán caer antes los que la rodearon. Es simple. Primero ellos; después ella”.

Mario Wainfeld

PAGINA 12

Como “acto monumental” calificó Wainfeld la movilización de las centrales obreras en la ciudad de Buenos Aires que se concentró frente a la CGT. Moyano eligió ese lugar para ahorrarle al gobierno “una movilización en Plaza de Mayo o, así más no fuera, en el Congreso”. El cronista, dice, recorrió las distintas columnas: “Laburantes desde ya... ¿Cuántos pagarán Impuesto a las Ganancias? Una minoría, marca el ojímetro, sin arriesgar mucho. La vastedad del movimiento obrero se expresa en las siglas: la Uocra, Camioneros y UPCN abarcan cuadras y cuadras, las dos CTA se dejan ver y oír”. En cuanto a los oradores, dice, “Moyano es un autodidacta inteligente, de cuna humilde, formado desde abajo, aunque ha recorrido un largo camino ascendente. Elige su registro: no se “saca” ni se posesiona cuando supone que no le conviene. “Cuidó” al presidente. Enalteció a los trabajadores, cuestionó la política oficial, fue cauto para comprometerse en acciones futuras. Su verbo se ubicó en las antípodas de sus años de oficialismo k y fue más considerado que cuando enfrentó a la ex presidenta Cristina Kirchner. De cualquier modo, marcó distancias respecto del gobierno”.

Eduardo van der Kooy

CLARIN

“¿Hasta donde está dispuesto a avanzar Sebastián Casanello con la ruta del dinero K, que tiene entre rejas a Lázaro Báez?”, se pregunta Van der Kooy. El interrogante circula, dice, “con la intensidad de una ráfaga en el Gobierno, el macrismo, la oposición, la opinión pública pasmada por las revelaciones y hasta en Comodoro Py”. Al analizar luego el estado de las causas abiertas en el Sur sostiene que la situación de Báez y de sus socios no tendría retorno. Sobre el empresario dice que “estaría dispuesto a mantener su mutismo y soportar lo que venga siempre que sus herederos no sean comprometidos. Dependerá entonces de lo que decida el juez”. Más adelante asegura que el kirchnerismo estaría tratando de tenderle un auxilio a Gils Carbó, que resiste. “Hubo gestiones para que fuera incorporada entre los invitados al próximo cónclave con jueces y fiscales promovido por Francisco. Naufragaron. Ahora se intentaría exhibirla en una audiencia con el Papa. El mismo afán persiguen miembros de Justicia Legítima. La misión corre por cuenta de la escribana Marta Cascales, la mujer de Guillermo Moreno. Amado Boudou también estuvo mendigando en las últimas horas protección. Pasó por el Congreso. Se fue como había entrado. Ariel Lijo comunicó que pronto será el juicio oral por el escándalo Ciccone. Ese juez ya estuvo en el Vaticano y se apresta a retornar en junio.

Jorge Fernández Díaz

LA NACION

“Comenzó la temporada de tiro al pichón. Hace un mes y chirolas los principales caciques que protagonizaron esta hipócrita semana de rebelión peronista -Pichetto, Gioja, Bossio, Caló y Moyano- comían cordero horneado con papas dominó frente a Barack Obama, lo elogiaban sin rubor, brindaban por “un nuevo comienzo” y felicitaban al Gobierno por ese espaldarazo colosal”, dice Fernández Díaz. “Treinta y cinco días después ese escenario político parece bombardeado: sólo quedan ruinas y dudas. El Gobierno levantó el cepo judicial y los jueces decidieron avanzar sobre el estado mayor kirchnerista”. Dice luego “el peronismo intoxicó al paciente y se dedica ahora a organizar linchamientos contra el médico que intenta reanimarlo. Aduce ser siempre inocente de la dolencia e incluso rechaza las medicinas en nombre del paciente que enfermó. Esto no es nuevo. Y los argentinos seguimos siendo sus rehenes; aceptando su léxico, cultura, cartografías y camelos”.