Matan a un albañil en Hernández de un fuerte palazo en la cabeza
| 20 de Mayo de 2016 | 00:41

El cuarto asesinato en lo que va del mes en La Plata, escondería una oscura trama de violencia, según precisaron anoche fuentes de tribunales. Fue en una vivienda humilde, de las calles 133 y 517, en la localidad de Hernández, donde Wilmer Ríos, un boliviano de 23 años, encontró la muerte.
Los voceros consultados indicaron que el joven, al que habían encintado las manos y la boca, recibió un fuerte golpe en la cabeza, con un palo u otro elemento contundente.
Al parecer, antes de desvanecerse, la víctima se esforzó para poder llamar -con el celular que no le habían quitado- a un amigo que, minutos después, lo encontró tendido en el suelo, al lado de un charco de sangre.
Si bien hubo un desesperado intento de llevarlo al hospital San Roque de Gonnet, para que lo asistieran y le salvaran la vida, lamentablemente los médicos no pudieron hacer nada.
“Ya estaba muerto”, explicó un informante en diálogo con este diario.
“Presentaba una herida contusocortante en la cabeza y marcas de ligaduras en las muñecas. También cinta aisladora alrededor del cuello”, agregó.
Con respecto de cómo se desencadenaron los hechos hasta llegar a la agresión mortal, una serie de elementos secuestrados en la finca de Ríos darían -para los pesquisas- un rumbo y las primeras explicaciones.
En ese sentido, allegados a la investigación confirmaron que, de una inspección ocular en esa construcción de material, se habría comprobado la existencia de una planta de marihuana, de grandes dimensiones, y varios frascos con cogollos, lo que brindaría una hipótesis inicial de qué pudo haber sucedido en el lugar.
Determinar qué hacía Ríos con esa sustancia, podría ser la clave del caso.
El joven estaba tendido inconsciente en una especie de cuarto o living, aunque el golpe fatal lo recibió en el garage.
“Hay marcas de arrastre con sangre, que permitirían a los peritos reconstruir sus movimientos”, precisó un vocero.
La casa del joven asesinado no tenía los accesos violentados, por lo que se sospecha que la persona que tomó contacto con la víctima lo hizo con su consentimiento inicial.
Habría intentado arrebatarle dinero u otro objeto de su pertenencia. La presunción es que sí.
“Dentro de la finca había bastante desorden. Ese es un elemento para no pasar por alto”, se indicó.
Ahora policías de la seccional de Ringuelet y de la División Homicidios de la DDI local, quedaron a cargo de la causa, con intervención del fiscal del Crimen en turno, Alvaro Garganta, que anoche recorrió la escena y brindó varias directivas para procurar la captura del autor del crimen.
Por el momento, no son muchos los datos que se obtuvieron, aunque en la tarea de recopilación de testimonios se podrían sumar detalles de trascendencia.
El asesinato habría sucedido poco después de las 17.00 y media hora después la noticia ya sacudía a todo el barrio.
Expertos de Policía Científica quedaron a cargo del levantamiento de rastros, aunque no se informó si hubo huellas de interés para cotejo.
El de Ríos fue el asesinato número 16 en lo que va del año en la Región y, como se dijo, el cuarto del mes.
ANTECEDENTES
El 8 de mayo, en 526 y 164, un hombre asesinó al hermano de una puñalada. Un día después, en 5 entre 93 y 94, otra persona murió al recibir un balazo en la cabeza. Y el 13 de mayo, en las vías y 466, también hubo un cruento asesinato.
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