Crimen en Hernández: difunden el identikit de un sospechoso
| 24 de Mayo de 2016 | 02:05

Tez trigueña, cabello y ojos oscuros, de unos 17 ó 18 años. Esas serían algunas de las características físicas de una persona a la que presuntamente vieron los vecinos en los alrededores de la casa de Wilmer Ríos, el joven boliviano asesinado el jueves pasado de un palazo en la cabeza en una vivienda de la localidad de Hernández.
Según fuentes judiciales, como todas las declaraciones fueron contestes en cuanto a la descripción de ese sujeto, primero se ordenó un dictado de rostro, a través de un dibujante de la Policía bonaerense, y ahora su publicación en distintos medios masivos de comunicación, con el objetivo de recabar mayores datos para la eventual individualización del sospechoso.
Como este diario adelantó en ediciones anteriores, el homicidio ocurrió en las calles 133 y 517, donde la víctima fue encontrada con las manos y la boca encintada y un fuerte golpe en el cráneo, al parecer, efectuado con un palo u otro elemento contundente.
Respecto de las causas que motivaron la salvaje agresión, más allá de que los pesquisas definieron a Ríos por su profesión de albañil, se presume que además, por los comentarios barriales, tendría otra actividad, de la que encontraron rastros una vez que recorrieron la escena del crimen.
En efecto, según los voceros consultados por EL DIA, “a este joven albañil de nacionalidad boliviana lo habrían matado para robarle cogollos de la marihuana, que cultivaba en la finca donde lo asesinaron”.
La casa de Ríos es una construcción de mampostería compacta, revocada y sin pintar, que tiene una puerta de madera y en la que los peritos no detectaron signos de violencia.
Eso induce a los investigadores a suponer que él o los asesinos conocían al dueño. Otro dato clave es que en la escena encontraron hojas de marihuana secadas y picadas en forma casera y artesanal, mientras que en el patio hallaron una planta de gran tamaño de cannabis sativa.
“Testigos declararon que Wilmer Ríos cosecharía cogollo que almacenaba en frascos en su casa”, aseguró un pesquisa, agregando que estos recipientes no estaban, pero sí observaron que el placard donde aparentemente los guardaba estaba “abierto de par en par”.
Además, los electrodomésticos quedaron en su lugar, igual que otros efectos de valor, como el teléfono celular del fallecido.
Como se recordará, Ríos usó ese aparato para llamar a un amigo, al que le contó lo que le había pasado. Y si bien fue en su auxilio minutos después, cuando llegó, lo encontró tendido en el suelo al lado de un charco de sangre.
En medio de una gran desesperación, si bien hubo un intento de llevarlo al hospital San Roque de Gonnet, para que lo asistieran y le salvaran la vida, lamentablemente los médicos no pudieron hacer nada.
“Ya estaba muerto”, reconoció un informante.
“Presentaba una herida contusocortante en la cabeza y marcas de ligaduras en las muñecas. También cinta aisladora alrededor del cuello”, agregó.
Ahora policías de la seccional de Ringuelet y de la División Homicidios de la DDI local, quedaron a cargo de la causa, con intervención del fiscal del Crimen en turno, Alvaro Garganta, que la noche del crimen recorrió la escena y brindó varias directivas para procurar la captura del o los autores del hecho.
LINEAS DE CONTACTO
En ese sentido, para todo aquél que pueda aportar elementos de interés, quedó habilitado el teléfono de la DDI La Plata, 453-1272, o también podrán llamar a la Central de Emergencias 911 o a la propia fiscalía de intervención.
El asesinato de Ríos sucedió poco después de las 17.00 del jueves último y, media hora después, la noticia ya sacudía a todo el barrio.
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