“Tras un gran esfuerzo, decidí cambiar de aire”

Después de la euforia y la locura total que se desató en el triperío por la gran campaña del Lobo del ´62, el inesperado final, con el equipo dejando escapar la posibilidad de campeonar en las últimas jornadas, modificó el cuadro de situación y el plantel sufrió mucho la decepción de no alcanzar el objetivo pese a los esfuerzos realizados. Se abrió una nueva etapa en el fútbol del club de calle 4 y tiempo después, Diego Bayo, que había sido el capitán y uno de los principales referentes de un elenco que quedó en la memoria de la falange mens sana, decidió tomar nuevos rumbos. Así lo cuenta:

-¿Cómo fue su paso a Banfield?

- En 1963 tuvimos una campaña mediocre, había quedado ese olor feo por lo que había pasado, no rendimos bien y no realizamos una buena campaña. En el club me hablaron del interés de Banfield y decidí cambiar de aires, luego de hacer todo el esfuerzo para ser campeones y haber quedado muy cerca de lograrlo. Estuve allí tres años, fue algo anodino, yo no lo sentía. Si bien en Banfield se portaron bien, yo me brindaba por entero porque era mi obligación, no rendí en mi nivel. En el tercer año, con cinco meses de deuda, decidí irme del club. Pensé en dedicarme a trabajar en la parte comercial y alejarme del fútbol, puse una parrilla en Mar del Plata, después surgieron algunos problemas.

- ¿Y volvió al fútbol?

- Sí, pedí permiso en Gimnasia para ponerme en forma y después de unos días me llegó la chance de ir a Chile. Armé las valijas y volví al ruedo, en aquella época no se hacía diferencia como hoy en el fútbol. Entonces empecé a jugar en Unión Española, estuve un año allí, hice muchos goles. Al segundo año pasé a Santiago Morning allá en Chile y luego me ofrecieron, en el tercer año, pasar a Concepción, pero cuando vinimos a pasar las fiestas al país, tiró la familia y nos quedamos acá, así lo decidimos con mi señora. Quedé bien con la gente de allá, pero les comuniqué que me quedaba en el país y allí terminó mi carrera futbolística.