Magui Bravi, en La Plata con la obra del momento

Magui Bravi se acostumbró a andar a las corridas: bailarina clásica desde pequeña, supo viajar de la escuela a capital federal para tomar clases con Julio Bocca, un modo de andar que ha marcado su agitada vida desde entonces. Ahora, confiesa entre risas que “no tengo vida personal” a la redacción desde un taxi que la lleva a El Palomar, camino a una nueva función de “Enredados”, la obra éxito de la temporada veraniega que llegará al Coliseo Podestá el viernes.

“Estoy aceitada, el cuerpo se acostumbra”, afirma la bailarina oriunda de nuestra ciudad, que sabe de sacrificios físicos por su formación clásica y que lleva su esfuerzo a el camino actoral que comienza a emprender: fue parte el año pasado de tres obras teatrales (actuó en “Algunas mujeres...” y la infantil “El mundo de Oz”, y fue coreógrafa de la puesta de la Comedia de la Provincia de “La jaula de los pájaros”) y en abril, cuando recibió la propuesta de “Enredados”, descartó un proyecto ligado a la danza para seguir desarrollándose como intérprete.

“Me encanta actuar, me gusta tanto como bailar y es un camino que me da una adrenalina nueva, el vértigo de hacer cosas que no hice”, dice Magui, que reconoce que no se siente tan cómoda como cuando practica su oficio de toda la vida. “Entonces es un desafío más grande que hace que me interese más”, explica la bailarina que estudia actuación desde 2012 y que además sostiene una línea y hasta una aplicación para celulares en el mundo del fitness.

El mundo de Bravi hoy es la actuación: no tiene proyectos ligados a la danza en el futuro cercano (de hecho, descartó un proyecto tanguero para aceptar “Enredados”) y esconde alguna propuesta para regresar a la tele. No es que extrañe el medio, dice, sino que “tengo ganas de actuar más allá del teatro”.

LA OBRA

Ahora, la platense retornará a nuestra ciudad: “Cuando me enteré que teníamos una fecha en La Plata me puse muy contenta”, cuenta quien presentará el viernes en el Coliseo, junto a un gran elenco, “Enredados”, la obra que rompió la taquilla de Carlos Paz. “Una comedia de enredos para toda la familia”, según define, Magui, y cuenta con un elenco conformado por Flor de la V, Osvaldo Laport, Ileana Calabró, Fede Bal, Belén Etchart, Ailén Bechara y Sebastián Almada, además de Bravi, que ingresó para ocupar el rol que asumía Laurita Fernández, ocupada entre ensayos para el “Bailando” y “Combate”.

Los enredos que son eje de esta comedia liviana surgen en la casa que comparten Victoria (De la V) y Ángeles (Calabró) que, al estar distanciadas, dividieron el lugar en dos trazando una línea. En ese mundo irrumpe Diego (Laport): un mundo en una casa, donde también hay lugar para que nazca el amor prohibido entre el hijo de De la V (Bal) y la hija de Calabró (Bravi).

“La gente se va feliz del teatro, no parás de reírte durante dos horas”, promociona Magui, que opina que el secreto del éxito de la obra “tiene que ver con que el elenco se lleva muy bien, se divierte el público tanto como nosotros en escena. Eso se siente: siempre que un elenco se lleva bien, es muy probable que termine en un éxito”.

EL ESCANDALO

El éxito engendró la gira que lleva la obra por todo el país, presentándose en cada localidad a sala llena, pero Fernández había asumido compromisos previos y dejó vacante su papel, el mismo que un par de meses atrás dejaba atrás Barbie Vélez, el interés romántico original de Bal en la obra y una de las principales atracciones, por entonces, de la puesta.

Magui fue convocada con muy poca antelación para ocupar el rol de la hija de Ileana Calabró por el productor de la obra, Fede Hoppe: “Fue un gran desafío, tenía que estar lista en una semana, tuve que hacer todo muy rápido”, revela, pero recalca que fue recibida con mucho afecto y “un trato súper cálido” que la hace estar “feliz” en este presente.

Pero tras su entrada, estalló el escándalo de Bal y Vélez en torno a la obra. Magui elige no pronunciarse demasiado sobre la batalla ahora judicializada entre Bal y Barbie, que inevitablemente “enredó” a la pieza teatral: “Somos todos súper profesionales. Lo que hacemos”, dice, sobre lo que se vive tras la denuncia de Vélez, “es estar todos juntos e intentar llevar la obra para adelante. Es un clima de mucha contención”.

Reconoce que Bal está golpeado y que vive “una situación muy difícil”, pero prefiere “no meterme ni opinar. Es la vida privada de ellos”.

PARA AGENDAR

Qué: “Enredados”

Cuándo: Viernes a las 21

Dónde: Coliseo Podestá, 10 entre 46 y 47