Fuerte respaldo del Congreso a reformas económicas de Temer

El presidente interino de Brasil, Michel Temer, logró ayer una rotunda victoria en la primera votación que encaró en el Parlamento, que aprobó sin dificultades una nueva previsión de déficit fiscal y dio muestras de que respaldará el plan de reformas económicas del nuevo Gobierno.

Aunque sólo se apreciaron las manos alzadas y no se contaron los votos, el resultado fue contundente y mostró la fortaleza de Temer en el Parlamento, luego de la crisis abierta en su Gobierno por la salida forzada de uno de sus ministros más cercanos, Romero Jucá (Planificación), en medio de acusaciones de conspirar para obstruir la investigación del caso Petrobras.

La predisposición del Legislativo para apoyar las propuestas de Temer quedó patente en la velocidad con que las cámaras aprobaron la alteración en la ley presupuestaria, que permitirá al Gobierno cerrar el presente ejercicio en números rojos. El trámite parlamentario de la propuesta, anunciada el viernes pasado por el Gobierno, se realizó en tiempo récord, pese a que los partidarios de la presidenta suspendida, Dilma Rousseff, buscaron alargar los debates y a que, por motivos de reglamento interno, el Parlamento tuvo que votar antes otras 24 propuestas legislativas en agenda.

Los debates de esas leyes aplazaron la votación del déficit hasta la madrugada de ayer, algo poco habitual en el Legislativo brasileño, pero que repitió así la sesión maratónica de hace dos semanas, en la que el Senado decidió apartar del cargo a Rousseff. En la votación de ayer, los legisladores aprobaron el objetivo de cerrar este año con un déficit primario récord, de 170.500 millones de reales (47.400 millones de dólares), equivalente al 2,75% del PBI, lo que casi duplica los cálculos más recientes que presentó el gobierno de Rousseff. El déficit presupuestario primario, que no considera el pago de intereses de deuda, es un indicador de la solvencia de un país y muy seguido por la agencias calificadoras de crédito. El nuevo objetivo de déficit podría facilitar un mayor gasto antes de las elecciones municipales de octubre, que podrían aumentar el apoyo de Temer en el Congreso. El déficit nominal, incluido el pago de la deuda, ascenderá al 8,96% del PBI y la deuda pública trepará al 43,9%, una cifra “insostenible” para el nuevo gobierno. La alteración de la ley de presupuestos también contempla que una recesión estimada para este año del 3,8%, la misma tasa de la contracción del año pasado.

Temer anunció el martes las primeras medidas económicas destinadas a sacar al país de la recesión y sanear las cuentas, pero las más importantes deberán ser aprobadas por ley o incluso por medio de enmiendas a la Constitución.

Ese es el caso de la propuesta de que se establezca un techo para el gasto público, que sólo podría reajustarse en función a la inflación del año precedente.