Sobre el final, Racing hizo la diferencia ante los salteños

Racing venció 2-0 a Gimnasia y Tiro de Salta en el Estadio Antonio Romero de Formosa y se clasificó para los 16avos de final de la Copa Argentina, en el encuentro que pudo haber servido como despedida del histórico arquero Sebastián Saja. Los tantos para la Academia llegaron sobre el final de la segunda mitad por intermedio de Marcos Acuña, con un remate desde fuera del área, y de Lisandro López, en tiempo de descuento. Saja le habría comunicado a sus compañeros la intención de no seguir en el club, una vez que concluya la competencia oficial, para seguir su carrera en el exterior.

Por otro lado, el histórico Diego Milito, quien iba a afrontar en el escenario formoseño su último encuentro oficial antes del retiro, imprevistamente se vio impedido de hacerlo por un cuadro febril y debió quedarse en el hotel donde se hospedó el plantel.

Fue una primera mitad pareja, en la que la diferencia de dos categorías casi que no se notó y en la que el conjunto salteño apenas llevó un poco más de peligro que La Academia.

Sebastián Saja, el arquero que todo parece indicar que hoy anunciará su salida del equipo, fue clave en dos intervenciones ante remates de media distancia de Daniel Ramasco y Daniel Carrasco, antes de los 25 minutos. En ese lapso el equipo de Facundo Sava sufrió la baja por lesión de Luciano Lollo, quien volvía al equipo tras casi tres meses de ausencia. La chance más clara para el conjunto académico llegó a los 37, con un remate de tiro libre del Huevo Acuña, que pegó en la parte exterior del arco, cerca del poste derecho.

En la segunda etapa Racing fue mejor que su adversario, llevó más peligro contra el arco defendido por Darío Sand, ante un equipo salteño que retrocedió y evidenció piernas cansadas. La apertura del marcador se produjo cuando el reloj marcaba 39 minutos. Acuña avanzó sin inconvenientes más de 20 metros con pelota dominada y antes de ingresar al área sacó un remate alto, junto al vertical derecho. Poco después López dispuso de un mano a mano que resolvió con eficacia el arquero. De todos modos el delantero tuvo su desquite, porque a los 46, tras una destacada habilitación de Rodrigo De Paul quedó nuevamente frente al guardavalla y picó la pelota por encima de éste para poner el 2-0 definitivo.