Fanáticos triperos logran ponerle Lobo a su primer hijo

Los fanáticos de Gimnasia ya tienen piedra libre para anotar a sus hijos e hijas en el Registro de las Personas con el apodo del club de sus amores. Quienes abrieron el camino fueron Sebastián Olindi y Carla Ramos, quienes anotaron a su primer niño con el nombre Lobo. Fue aceptado por el organismo provincial. Y así se convirtió en el primero del país.

Cuando el hoy bebé pueda contar su historia tendrá varios condimentos para agregarle. Como que llegó al mundo una noche de luna llena, que su madre se internó el día 22 -número que identifica a la hinchada de Gimnasia- y que si bien en el club del Bosque ya figura otro Lobo entre los socios, su tocayo nació y vive en el exterior.

Lobo Octavio Olindi es hijo de Sebastián Olindi, un arquitecto de 33 años, y de Carla Ramos.

Ni bien supo que su esposa había dado a luz en el Instituto Medico Platense, Sebastián se presentó en la delegación del registro situada en 35 entre 6 y 7 para inscribir al niño.

“Siempre escuchaba que la gente decía ‘lo más importante que uno tiene en la vida son los hijos’. No podía saberlo. Hasta que nació, lo más importante que yo tenía en la vida era Gimnasia”, explica el flamante papá, y añade: “Fue como la conjunción de esas dos cosas, como tener en una sola a Gimnasia y a mi hijo. Y la síntesis era Lobo”, relata Sebastián.

Lobo Octavio, quien pesó al nacer casi tres kilos y medio, llegó el lunes 23 para terminar de sellar una relación de doce años y medio de noviazgo entre sus padres Sebastián y Carla.

Triperos de alma, los jóvenes papás de Los Hornos consideran “absolutamente natural” haber dado el primer paso administrativo para que, con seguridad, otras familias puedan albergar en su seno a futuros Lobos y Lobas.

“dale lobo”

“Otro objetivo que tuve fue que la gente que no es de Gimnasia diga ‘dale Lobo’ o ‘vamos Lobo’, y así hacer que ese sentimiento que tenemos los triperos esté cada vez más en boca de todos”, dice Sebastián.

También imagina situaciones en el jardín de infantes. Como “cuando tenga que ir de un lado para el otro y la maestra, quizás de River o Boca, le diga ‘dale Lobo’, o ‘vamos Lobo que te vinieron a buscar’”.

Carla comenta que “en el momento en que empezamos a pensar en nombres, Sebastián hizo más fuerza para que se llame Lobo”.

“Yo entiendo el sentimiento por Gimnasia y por eso lo acepté -acota-. Para nosotros es algo común oír la palabra Lobo porque siempre está presente en casa. Y ahora, el nombre Lobo nos gusta más todavía”, casi exclama la mamá.

la legislacion

La elección de un nombre de pila en la provincia de Buenos Aires se encuentra regulada por la Circular 1.307/03 y la resolución 244 del mismo año.

El nombre elegido deberá contemplar los recaudos previstos en la Ley 18.248 que, entre otros aspectos, señala que “el derecho de elegir el nombre de pila se ejercerá libremente, con la salvedad de que no podrán inscribirse los nombres que sean extravagantes, ridículos, contrarios a nuestras costumbres, que expresen o signifiquen tendencias políticas o ideológicas, o que susciten equívocos respecto del sexo de la persona a quien se impone”.

Una alta fuente del Registro de las Personas en el que Lobo fue anotado explicó que “por lo normado en el nuevo Código Civil, si el nombre no ofende a nadie no hay problemas para registrarlo”.

Y ese fue el criterio adaptado para inscribir al niño.

al bosque

Tan natural como el acto reflejo de haber llevado al chiquito, antes que a cualquier otro sitio, al estadio de 60 y 118 para las fotos de rigor tras recibir el alta en el sanatorio, la familia cumplió la tradición de los fanas de anotar al pequeño como socio.

Luego de confirmar que el Lobo platense es la primera y única persona en llamarse así en todo el país, su padrino Emiliano -otro fundamentalista albiazul- se encargó del ritual de hacerlo socio de Gimnasia al minuto de nacer.

Allí se llevó una gran sorpresa. Según los registros del club, ya existe un socio llamado Lobo. Pero nació y vive en el exterior.

Así, aunque Lobo Octavio no es la excepción a nivel mundial, desde esta semana es el primer argentino en llevar ese nombre en el país y en obvia alusión al sentimiento tripero “único e irrepetible”, afirma Sebastián.