El hombre que decía que "las mujeres son todas infieles" fue condenado

Un apicultor que decía que "las mujeres son todas infieles" fue condenado como el autor del triple homicidio de su pareja y de los dos hijos de ésta, asesinados a balazos mientras dormían en su casa de la ciudad chubutense de Sarmiento, en noviembre de 2014, se informó hoy oficialmente. El fallo unánime de los jueces Roberto Casal, Daniel Pérez y Marcelo Orlando recayó sobre Claudio Norberto Lamonega (50), considerado único responsable de los homicidios de Marisa Santos (48), Lucas Julián (15) y Ana Victoria Ramis (17).

El Ministerio Público Fiscal de Chubut informó a través de su página web (www.mpfchubut.gov.ar) que en una audiencia celebrada ayer, el tribunal le atribuyó al apicultor los delitos de "homicidio agravado por alevosía, tres hechos en concurso real", en el caso de Marisa también calificado por "el vínculo", todos agravados por "el uso de arma de fuego".

Sin embargo, los jueces no dieron por probado el agravante de "violencia de género" en perjuicio de Marisa y el "hurto calificado" del teléfono celular de la mujer.

Además, el tribunal rechazó varios pedidos de nulidad efectuados de la defensa, uno de ellos que apuntaba contra el examen mental al que fue sometido Lamonega durante la instrucción de la causa por un médico forense.

Tras comunicar la parte resolutiva del veredicto, los jueces pasaron a un cuarto intermedio hasta las 9 del lunes 21 de diciembre próximo cuando se dará a conocer el monto de la pena que le corresponde al apicultor y los fundamentos de la sentencia en la Oficina Judicial de Sarmiento, a unos 150 kilómetros de Comodoro Rivadavia.

En los alegatos del viernes, la fiscal Andrea Vázquez había solicitado que Lamonega fuese condenado por todos los delitos mencionados a la pena de prisión perpetua y que el ahora condenado siga detenido hasta que el fallo quede firme, con lo que coincidió la querella.

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Mientras que el defensor oficial Miguel Moyano requirió la absolución del apicultor quien, en sus últimas palabras expresó: "Tengo plena conciencia de mi situación. Yo no lo hice, jamás le hubiera hecho daño a Marisa y a los chicos."

Sin embargo, el informe judicial señaló que los jueces destacaron el indicio de la presencia de Lamonega en la casa de las víctimas a través de los dichos del propio hombre y de un amigo de la familia que vio la camioneta de aquel estacionada frente a la vivienda en las primeras horas del domingo 23 de noviembre de 2014, cuando se cometieron los homicidios.

En ese sentido, también valoraron como prueba una comunicación telefónica del apicultor a una prima de Marisa en la que él dijo que "están los cuerpos adentro", cuando hasta ese momento sólo se sabía del hallazgo del cadáver de una sola persona.

Y también dieron por probado que fue Lamonega quien se llevó la camioneta de Marisa de la vivienda y luego la dejó abandonada frente a una escuela.

El tribunal subrayó que la autopsia psicológica reveló que el asesino "no era ajeno al grupo familiar" y, por otro lado, que el apicultor tenía "un amplio conocimiento" sobre el manejo de armas de fuego y la "simulación de su estado emocional", añadió el Ministerio Público.

Para la Fiscalía, el triple crimen fue cometido entre las 3.25 y las 9.50 del 23 de noviembre de 2014, en una casa situada en Sarmiento 445, donde cada una de las víctimas dormía en sus respectivas habitaciones y fue descubierto a las 15.15 del día siguiente cuando Lamonega, que residía en otra vivienda, concurrió al lugar acompañado de la Policía.

Según los acusadores, el apicultor "aprovechó esta situación de indefensión" de que las víctimas descansaban y primero atacó a Ana Victoria, quien recibió dos balazos en el rostro.

La siguiente víctima fue Lucas, que sufrió un tiro en el pómulo izquierdo y otro en el parietal del mismo lado y, por último, Marisa fue ejecutada de un balazo en el cráneo.

Respecto del arma utilizada en el hecho, para los acusadores, el apicultor se apoderó un revólver calibre .22 propiedad del padre de Marisa, quien lo había dejado en la casa de su hija ya que tuvo que viajar a Buenos Aires por razones de salud, y lo utilizó con un silenciador, cuyo tubo fue secuestrado poco después del triple crimen en un canal de riego de la zona.

Los investigadores determinaron durante la instrucción de la causa que Lamonega tenía antecedentes de ser una persona violenta y de haber agredido físicamente a su ex mujer. 

"De acuerdo a un informe del médico forense son evidentes los rasgos celopáticos de las distintas relaciones maritales referidas, exteriorizándose desconfianza e ideas sobre valoradas sobre la conducta femenina, en cuanto a la estabilidad en los vínculos afectivos", sostuvo la Fiscalía y destacó: "Según sus dichos (por los del imputado) 'las mujeres son todas infieles'."