La Corte de Brasil suspendió al poderoso titular de Diputados

La Corte Suprema de Brasil suspendió ayer al presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, uno de los políticos más poderosos del país y quien es rechazado por muchos debido a una larga lista de acusaciones de corrupción y por sus intentos de frenar las investigaciones en su contra. Cunha abrió el proceso de juicio político (impeachment) contra la presidenta Dilma Rousseff (acusada de maquillar cuentas públicas) que está siendo considerado por el Senado. El juez Teori Zavascki realizó la destitución de Cunha y el pleno del tribunal avaló después la medida. Cunha afirmó en rueda de prensa que apelará la decisión y que no renunciará. Calificó la medida de “extraña” y de “venganza política” por su oposición a Rousseff y al Partido de los Trabajadores (PT, en el gobierno). “Es obvio que hay un proceso político detrás de esto”, dijo Cunha. “Pero, si Dios quiere, concluiremos esto el próximo miércoles. Si Dios quiere, la presidenta tendrá que hacerse a un lado”.

El Senado planea votar el miércoles sobre el juicio a Rousseff para su posible destitución, lo cual implicaría la suspensión de la mandataria mientras dura el proceso. La decisión de la Corte se fundamenta en un pedido realizado en diciembre por el fiscal general Rodrigo Janot. Janot, quien llamó a Cunha “un criminal” en su acusación, alega que el titular de Diputados usó su cargo para obstruir las investigaciones en su contra que involucran una red de corrupción en la petrolera estatal Petrobras y en el comité de ética de la Cámara baja. Zavascki agregó en su fallo que, como Cunha está bajo investigación, no es apto para estar en la línea de sucesión presidencial en caso de que Rousseff sea destituida. Si el Senado avanza con el impeachment, el vicepresidente Michel Temer, un aliado de Cunha, deberá asumir la presidencia. Cunha sería el próximo en la línea de sucesión.