La marcha del Ciclón no encuentra escollos

San Lorenzo no tenía ayer otra alternativa que ganarle a River para seguir acompañando a Godoy Cruz en la cima de la tabla de la Zona 1, y logró con creces ese objetivo.

En el Nuevo Gasómetro, y con dos goles (¡cuando no!) de Nicolás Blandi, derrotó por 2 a 1 al Millonario, en partido correspondiente a la 14ta fecha del torneo de Primera División. El tanto de la visita lo anotó Lucas Alario cuando ya se cerraba el encuentro.

El triunfo le permite al Ciclón seguir en lo más alto de la Zona 1 con 30 puntos, apenas detrás de Godoy Cruz, que lo supera por diferencia de goles: +14 contra +4.

San Lorenzo volverá a jugar el sábado que viene, de visitante, ante Colón de Santa Fe

Era una prueba de carácter y de fútbol para el equipo de Pablo Guede. Y la resolvió a su manera. Con ataques directos, con transiciones rápidas, aprovechando la velocidad tremenda del Pocho Cerutti, imparable para el sector izquierdo de la defensa de River.

En el primer tiempo todo fue de San Lorenzo. O casi, excepto por un error de Torrico en la salida que casi termina en gol de River tras el zurdazo de Nacho Fernández que dio en el palo izquierdo y la pelota volvió a las manos del golero santo. Sacando esa jugada aislada, generada por error propio más que por méritos ajenos, el ritmo fue marcado por el dueño de casa. Para colmo de males, el conjunto de Gallardo -desdibujado, con muchos desajustes- sufrió la baja de Andrés D’Alessandro, que salió lesionado a los 18 minutos del primer tiempo y fue reemplazado por Lucho González. Luego de chances que no pudieron convertir ni Cerutti primero y Blanco después, fue Blandi quien encontró la llave con un derechazo al palo derecho que dejó sin alternativa alguna a Barovero, tras una gran jugada de ataque. River achicaba muy lejos de su arquero y lo pagaba carísimo.

Para San Lorenzo era una tentación, ya que buscaba a sus veloces delanteros en profundidad. Blanco picaba de izquierda hacia el centro y Cerutti en el costado opuesto. Así casi llega al segundo en un mal control de Barovero. El Pocho lo primereó y el arquero lo volteó. Era penal y roja, pero el delantero siguió para intentar hacer el gol y el arquero consiguió recuperar el balón.

En el arranque del complemento el equipo azulgrana hizo rápido lo que le había costado mucho en la primera parte.

Decididamente fue contundente. Otra vez del costado al centro. Por derecha trepó Julio Buffarini, metió la pelota al medio para la diagonal de Blanco, que la dejó pasar con clase, y nuevamente Blandi apareció y definió sin dudar. El gol de Alario, ya sobre el final, sólo sirvió para la estadística. Lo cierto es que el Millo volvió a jugar mal y cayó sin atenuantes para acrecentar todavía más la crisis futbolística del equipo, que deambula por el torneo a la espera del cierre de un semestre para el olvido.

Pero a este River no le sale una. El Millonario nuevamente mostró una de sus peores imágenes y no pudo llevarse un premio del Bajo Flores. San Lorenzo tenía que ganar en su cancha y con su gente, porque la victoria de Godoy Cruz le había arrebatado la punta y cualquier otro resultado lo devolvía a ese golpe inicial. El 2-1 ante River, que quedó corto por la cantidad de llegadas que generó, no sólo lo deja vivo, sino que le levanta el ánimo hasta lo más alto de cara al final.