Asaltan a dos familias en el barrio El Peligro: ¿Actuaron polichorros?

La localidad de El Peligro fue el escenario de dos robos ocurridos en los últimos días. La versión que circuló por distintas vías indicó que los ladrones pudieron entrar luego de forzar la puerta a las patadas. Ambos casos sucedieron con un kilómetro de diferencia. Y hasta se dijo que actuaron al grito repetido de “allanamiento”, “Policía”.

De acuerdo a lo que pudo recopilar este diario, uno de esos episodios ocurrió a la altura del kilómetro 44 de la ruta 2, en uno de los accesos principales. Allí fue donde tres delincuentes eligieron una casa, con el presunto conocimiento previo de cómo acceder y de qué se encontrarían dentro.

Ocurrió en la madrugada del miércoles, cerca de la 1.30. Los asaltantes abrieron a patadas la puerta de entrada a la casa y amenazaron a una familia.

Los tres estaban encapuchados y portaban armas, según confirmaron fuentes policiales. En segundos redujeron a todos y los obligaron a decir dónde había plata.

Además de llevarse el dinero que había ahí, los delincuentes se llevaron una chequera, un par de celulares y un televisor plasma, enumeraron los voceros.

Como se dijo, una versión que circuló por otras vías extraoficiales dio cuenta de que los ladrones “estaban vestidos con uniformes policiales y entraron simulando que estaban haciendo un operativo”.

Ese relato fue desmentido desde el destacamento de El Peligro, al igual que la información de que a las víctimas les pegaron y las maniataron con precintos.

Trascendió que también hubo un segundo robo en las últimas horas, sucedido a unos mil metros del otro, muy cerca de la ruta 2, a la altura del kilómetro 45.

Allí también hubo vecinos que contaron haber visto a una mujer implorando auxilio porque algunos ladrones se habían metido en su domicilio. “Había varios patrulleros”, dijeron en el barrio, sin saber los detalles del robo. Sólo confirmaron la intervención policial en el caso.

Respecto del primer episodio, los oficiales de la zona tienen la pista de que podría tratarse de delincuentes “habitués” de esa vivienda. Es decir, que conocerían los movimientos de la familia.

“Por eso estaban encapuchados y pedían que no los miraran. Es probable que sea gente de la zona”, anticiparon los investigadores.