Iara, diez como alumna y compañera

Independiente. Quizás sea la mejor palabra para definir a Iara La Bollita, la niña que todos destacan por su bondad y solidaridad más que por su promedio perfecto (10), que la llevó a convertirse en abanderada del Colegio Santa Lucía de Tolosa.

Iara, amante de los deportes y con una clara inclinación por las matemáticas, jamás necesitó que sus padres la ‘empujaran’ a hacer una tarea escolar.

“Siempre, desde muy chiquita, se manejó sola. Ella llega del colegio y sin que nadie le diga nada se pone a hacer los deberes, a estudiar; inclusive busca materiales e investiga por su cuenta”, resalta su mamá Natalia, primera de las tres mujeres de la familia que pasó por las aulas de la escuela de 5 y 522.

“Fui alumna del Santa Lucía, al igual que Florencia, mi hija mayor, quien termina el secundario este año y el próximo estudiará Psicología”, comenta.

Iara por ahora piensa en el secundario, su desafío desde el 2017. Aunque sus allegados dicen que “si se le pregunta qué quiere hacer de grande, responde ‘contadora’. Pero aún falta mucho”, reconocen.

Juega al handball en el equipo de la escuela y participa de las competencias intercolegiales. Ahora también fue seleccionada para el equipo de vóley.

Su pasión por el deporte también se extiende al fútbol. “Si va a un cumpleaños, los chicos la llaman para integrar alguno de los equipos”, dice riendo Natalia.

“Es muy buena alumna, muy responsable, y sobre todo muy buena compañera. Ayuda en clase. Les explica a quienes tienen alguna dificultad. Realmente es una niña para enorgullecerse”, señala César, director del nivel primario del establecimiento de Tolosa.

Y orgullo es lo que sienten Natalia -empleada de un conocido supermercado del barrio del colegio- y Claudio, el papá de la brillante niña, que trabaja como plomero y gasista.

Más allá de las aulas, estudia Inglés hace cuatro años. Y por ahora no practica más deportes sólo por “falta de tiempo”.