“A los que quieren la violencia, les responderemos con firmeza”

Un mensaje para adentro y otro para afuera. Así se interpretó ayer el discurso de la gobernadora María Eugenia Vidal en Vicente López, donde encabezó una reunión del Gabinete ampliado. A su propia tropa, la mandataria le pidió que “no se enoje” con las críticas que recibe la gestión. Y a los rivales más enconados, les advirtió que no tolerará brotes de violencia manipulados políticamente.

Esas fueron las dos ideas centrales sobre las que pivoteó el mensaje de Vidal al cumplirse los primeros seis meses de su gobierno, al mando de una provincia definida como “complicadísima” por el intendente local y titular del grupo Bapro, Jorge Macri. “Hicimos mucho en este tiempo, pero es poco para lo que la gente necesita”, dijo la Gobernadora ante sus propios funcionarios.

También escucharon el balance de Vidal una decena de intendentes de Cambiemos –tanto del Conurbano como del interior provincial- y legisladores nacionales y bonaerenses. “Hay sectores muy minoritarios de la política, que consintieron la inflación y la pobreza durante años, que quieren la Provincia de la violencia. Y les vamos a responder con firmeza y límites democráticos”.

Vidal no aclaró a qué sectores se estaba refiriendo, pero en la administración bonaerense apuntan por lo bajo a grupos del kirchnerismo residual y a agrupaciones sociales con presencia en los barrios más carenciados del Gran Buenos Aires. En el discurso de la mandataria no hubo ninguna alusión directa a medidas impopulares adoptadas por el Gobierno nacional, como el tarifazo.

Aunque Vidal sí habló en forma elíptica: “A la gente le hemos pedido que haga un sacrificio”, admitió la mandataria provincial y acto seguido se dirigió a los presentes en el centro municipal de convenciones de Vicente López: “Tenemos que ser conscientes de eso y no enojarnos. Si la gente y sectores de la política nos reclaman de buena fe, no tenemos que enojarnos sino escucharlos”.

En la misma línea, Vidal llamó a sus funcionarios a “no perder la sensibilidad ni la perspectiva” y les reclamó que actúen “con la humildad de saber escuchar”. También les pidió “salir del escritorio para estar cerca de la gente” y reconocer los errores cuando estos se cometan, para “dejar la soberbia atrás”. La dama bajó del escenario rápidamente, prácticamente sin escuchar los aplausos.

Antes habían intervenido en el encuentro el vicegobernador Daniel Salvador, de la UCR dentro de la alianza Cambiemos; los ministros Federico Salvai, Roberto Gigante y Federico Suárez; y Jorge Macri, quien hizo de anfitrión y llamó a “no bajar los brazos” pese a los cuestionamientos. El primo del presidente Mauricio Macri está anotado en la carrera hacia las próximas elecciones legislativas.

Aunque en la reunión de ayer un hubo comentarios al respecto, la gobernadora Vidal tocó por encima la cuestión electoral cuando pidió a sus funcionarios que tengan presencia en los distritos. “No quiero escuchar a los vecinos que digan el año que viene que los de Cambiemos sólo aparecemos para las elecciones”, fue el consejo en tono de orden que les dirigió la mandataria.

Entre quienes escucharon su mensaje, que fue más político que de gestión, estuvieron algunos intendentes como Nicolás Ducoté (Pilar), Néstor Grindetti (Lanús), Diego Valenzuela (Tres de Febrero), Martiniano Molina (Quilmes), Gustavo Posse (San Isidro), Jorge Nedela (Berisso) y Oscar Luciani (Luján), entre otros. También hubo diputados nacionales y bonaerenses de Cambiemos.

“El balance es muy favorable”, dijo Jorge Macri al cabo del encuentro, que empezó a las nueve de la mañana y terminó a las once, pudo constatar EL DIA en el lugar. Para ese momento, Vidal ya se había retirado –hacia una nueva actividad compartida con el jefe comunal de San Miguel, Joaquín de la Torre- y también los intendentes, que habían acordado una reunión a puertas cerradas.