“No quiero que me regalen nada por lo que hice antes”

Por MARTIN CABRERA

M inutos después de ser presentado oficialmente por Juan Sebastián Verón y Agustín Alayes como nuevo jugador de Estudiantes, Rodrigo Braña charló a solas con este medio. Lo hizo en uno de los salones contiguos a la sala de conferencia del Country. En los primeros segundos tras los flashes, encontró algo de paz. Y confesó: “Desde anoche estaba nervioso por esto”. No es un jugador amigo de las presentaciones, de las cámaras ni de los micrófonos. Y menos de la exposición. Pero una vez que empieza no para. Así fue su primera nota luego de iniciar su segundo ciclo con la camiseta albirroja.

-¿Qué se te cruza por la cabeza en este momento?

-La verdad es que no imaginaba este regreso, no por sentimiento sino por edad. No tengo mucho tiempo por delante: era ahora o nunca. Hace seis meses dije que no podía darle nada a Estudiantes, pero las cosas cambian. Siempre me han tratado muy bien, me siento querido y acepté el desafío de volver a pelear cosas importantes. Es un momento especial.

-¿Por qué?

-Porque Estudiantes es especial. Me pasa lo mismo que en Quilmes. Más allá de que esto sea un trabajo, acá hay sentimiento. En pocas horas que llevo en el Club ya recibí el cariño de los hinchas.

-En todos los mercados de pases se habla de vos. ¿Qué pasó ahora de diferente que te haya hecho torcer el brazo?

-Hubo varios puntos. Primero lo personal. El semestre pasado lo había terminado con varias lesiones. Llegué con lo justo a fin de año. Por eso cuando se rumoreó mi llegada dije que no, porque no sentía que podía darle algo al equipo. Este semestre fue distinto, jugué todos los partidos, me sentí bien. Entonces me di cuenta que algo bueno estaba haciendo. Los llamados de la Bruja (Verón), el Flaco (Alayes) y el de Nelson (Vivas) inclinaron mi decisión. Al técnico lo tuve con el Cholo (Simeone) y en Quilmes. Nos conocemos. Sabe mi manera de pensar. Se dieron distintas situaciones que empujaron esta llegada a Estudiantes.

-¿Te fortaleció que otros clubes importantes de la Argentina se hayan interesado en vos?

-Anímicamente siempre estuve muy bien. La realidad es que me había quedado medio desconcertado el año pasado, cuando tuve varias lesiones. No jugué lo que pretendía. Por suerte todo cambió.

-¿Tenés cierta de presión de no poder estar a la altura?

-Ese temor siempre lo tuve. Me ha costado tiempo atrás para tomar la decisión de volver. Toda vuelta siempre tiene una complicación y más cuando el primer ciclo fue tan bueno. Sé que me van a exigir pero también sé que estoy preparado. Las ganas están.

“Estamos contentos por tener de vuelta a una persona y a un jugador que nos dio muchísimo. No es un capricho y seguro nos seguirá dando” (Juan S. Verón)

-¿Hablaste con Nelson Vivas? ¿Qué te pidió?

-Sí hablé un par de veces. Me conoce y sabe que no vengo a imponer nada. Tengo a dos jugadores delante mío que están muy bien. Vengo a competir y a dar lo mejor. Si me toca jugar 5, 10, 20 minutos o ganarme el puesto va a estar bien. Mi mentalidad va a ser siempre la misma. No quiero que digan que volví porque soy amigo de Verón o de Alayes. Recientemente Andújar, el Chavo, la Gata y otros más ya fueron al banco de suplentes, ¿cómo no voy a ir yo? No quiero que me regalen nada por lo que hice sino por lo que hago. Las cosas están claras desde el principio y me gusta. A tal punto que los dirigentes ya saben que no tienen problema conmigo: si no puedo entrar en juego rescindimos el contrato. Eso me deja muy tranquilo.

-Puede ser que tu señora también empujó para que vengas a Estudiantes?

-Sí... Nunca fue de meterse, pero me veía los últimos días que iba y venía por la casa. Y me preguntó ‘¿qué querés hacer?’. Cuando le conté lo que me pasaba ni lo dudó.

-Uno de los objetivos de Estudiantes en 2017 será la Copa Libertadores. ¿Te ilusionás?

-Ya sabemos que la Libertadores es única. Es la competencia más importante de todas a nivel sudamericano. Pero no me quiero desviar del objetivo. Todavía ni arrancamos y antes tenemos otras competencias muy importantes por delante. Quiero pensar en lo que se viene ahora y después se verá. La idea es ponerme bien y primero pensar en el torneo, la Sudamericana y la Copa Argentina.

-Muchos periodistas nos atrevimos a definir a Ascacibar como el “mini Chapu Braña”. ¿Lo ves así?

-Lo vi casi todos los partidos. Es un jugadorazo. Pero compararme con él hasta me da vergüenza... Está claro que tiene un futuro enorme y va a llegar muy lejos. Tiene condiciones. Hay que dejarlo que sea como es, sin apurarlo. No lo conozco personalmente, pero me doy cuenta lo natural que juega.

-Ascacibar y Damonte fueron de los puntos altos del equipo. ¿Lo tuviste en cuenta antes de aceptar el ofrecimiento del Club?

-Sí, ese fue otro punto que me hizo tomar la decisión. Me encanta competir y esforzarme para ser mejor y en la competencia sale lo mejor. Como ya dije, vine al Club sabiendo que arranco desde atrás. Pero me tiene contento saber que tendré que dar el máximo porque sino no me va a alcanzar. A mi edad eso es muy importante. No es un detalle menor.

-A Ascacibar no lo conocés. ¿A Damonte?

-Sí, es un amigo. Hace varios años tenemos una relación. Al igual que el Ruso (Ascacibar) tuvo un torneo muy bueno.

-Pasaste tres años en Quilmes. ¿Qué fue lo que más extrañaste? ¿Qué Estudiantes te encontraste?

-Estudiantes y Quilmes son dos clubes que me despiertan sentimiento. Si no lo hubiera tenido a los seis meses me hubiera ido. Disfruté mis tres años allá pero nunca dejé de tener contacto con mis amigos: Alayes, el Chino (Benítez), la Bruja, el Chavo (Desábato), Gastón (Fernández), Isra (Damonte) y Mariano (Andújar). Eso sí, hacía mucho que no venía y el otro día por el almuerzo de la Copa Libertadores me encontré con un Club en crecimiento. Las instalaciones están como nunca y hay una linda camada que lo puede hacer crecer todavía un poco más.

-¿Venís para jugar un año y retirarte o no le ponés fecha de vencimiento a tu carrera?

-No me pongo tiempo. Y tampoco quiero decir que me vengo a retirar a Estudiantes. Vengo a competir más allá de que está claro que mucho a futuro no puedo pensar. Asumí un compromiso para darle lo mejor al plantel y a la institución. El fútbol va variando: hace seis meses dije que no podía volver y ahora estoy acá.

“Clasificar a las copas nos motivó a pensar en él. Es un jugador que nos puede dar mucho. Representa todo lo que buscamos. Nos pusimos de acuerdo en solo 30 segundos” (Agustín Alayes)

-¿Te imaginás trabajando en el fútbol después de ser jugador profesional?

-Sí, claro, me fascina. Para eso ya me estoy preparando. Me veo de técnico y el Chavo (Desábato) de ayudante de campo (se ríe). Tenemos ganas de seguir juntos, pero antes disfrutar esto que es hermoso. Ahora vamos a tener tiempo de sobra para hablar de nuestro futuro.

-Antes de ser técnico o ayudante ¿se viene un Braña asumiendo otro rol dentro del plantel pero principalmente con los juveniles?

-Todos fuimos chicos y por suerte tuve gente grande alrededor que me aconsejó. Si puedo hacer lo mismo mejor, pero siempre con humildad. Trataré de ayudar a los más chicos, que son los que te dan el salto de calidad y te marcan la diferencia.