Desvalijan la casa de una mujer de 92 años y se llevan sus ahorros
| 18 de Junio de 2016 | 01:22

Para que en las noches no se quedara sola en su casa de City Bell y ponerla a resguardo de accidentes y ladrones, en el último mes los familiares de una jubilada de 92 años decidieron que lo mejor era que fuera a dormir a la casa de una hija, situada a dos cuadras de la suya.
La rutina resultó muy bien, como había previsto el entorno de Carmen González Prol (92), hasta la noche del jueves. Entonces todo cambió.
Sus familiares y algunos investigadores policiales están convencidos de que los delincuentes que dieron el golpe son de la zona y tenían estudiados los movimientos.
Eso explicaría que luego de que a las 7 de la tarde del jueves Carmen salió de su vivienda de 467 entre 14b y 14c, desconocidos ingresaron a ese domicilio con la intención de desvalijarlo, tras violentar una ventana. Usualmente, alguien de la familia se da una vuelta por el domicilio después de que la jubilada se retira, pero aquel día no lo hicieron.
El desorden que dejaron los intrusos en el lugar, más las cosas que tuvieron tiempo de revisar y robar, son un indicativo de que se sentían con tiempo para actuar sin mayores sobresaltos.
“ESTO YA NO ES VIda”
En el rostro de Carmen se advertía ayer con nitidez la desazón que le provocó este enorme disgusto.
Su estado de ánimo se reflejó también en sus palabras: “Se llevaron 30.000 pesos que tenía ahorrados y con los que pensaba arreglar el techo de la casa y barnizar las ventanas y puertas de madera”, comentó en una charla que mantuvo con este diario.
Reveló que juntó “peso por peso con mucho sacrificio durante bastante tiempo, para que unos delincuentes se robaran mi plata”.
No fue lo único que los intrusos se llevaron de la vivienda. Juan María Martín (39), nieto político de Carmen, hizo saber a este diario que “además le robaron unos relojes, aros y alguna que otra pulsera”.
Con respecto al modo en que los ladrones accedieron al interior del inmueble, Martín comentó que “fue por una ventana lateral, a la que le arrancaron tres barrotes de hierro. Ingresaron y escaparon por el mismo sector”.
Pese a los ruidos que debió provocar esa maniobra, el hombre señaló que “nadie del barrio escuchó nada”.
La jubilada intervino para destacar que “por suerte no me encontraba acá, porque me habían llevado a la casa de mi hija, que vive a dos cuadras”.
“Si los delincuentes me veían, todo hubiese sido mucho peor. Porque seguramente me iban a pedirmás plata, cuando la que se llevaron era toda la que había. Sinceramente, esto ya no es vivir”, sentenció con un dejo de indisimulable amargura.
Carmen hizo hincapié en que “hace 46 años que vivo en esta casa y nunca me habían robado. Es un dolor muy grande”.
Sin embargo no es la primera vez que la inseguridad golpea a la familia. “Hace tres meses robaron en la casa de mi hija, cuando tampoco había nadie, porque con su familia estaban de vacaciones”, relató la jubilada.
Después de radicada la denuncia, peritos de Policía Científica revisaron el lugar en busca de huellas.
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