Fernando Carrillo, en el banquillo de los acusados

En nivel de trascendencia internacional, Fernando Carrillo, el afamado actor venezolano quien fuera el marido de nuestra ya argentina Cathy Fulop, está tercero en el ranking de participantes de “Bailando por un Sueño”, detrás del podio que encabezan Evander Holyfield y Marta Sánchez.

Y muy a su pesar, su figura al menos aquí, donde su ex mujer brilla como una de las grandes figuras de la farándula, se hizo conocido por eso que a él tanto le molesta que le pregunten: la supuesta infidelidad que, más de dos décadas atrás, derivó en su divorcio con Fulop.

Por eso, ciertamente, Marcelo Tinelli lo convocó para su certamen de baile, en una edición que lejos está del glamour que ha tenido en años anteriores, con nombres que dejan mucho que desear.

Instalado en el país, Carrillo disfruta de sus minutos de fama y recorre los programas de la señal del solcito sin problemas, quizás, también como parte de su contrato con Ideas del Sur. Lo cierto es que el fin de semana pasado, el venezolano se sentó en la mesa de la Chiqui y no la pasó nada bien.

“Cuando a mí me critican me vuelvo casi como Superman... si querés que esté débil, dime que soy increíble, que estoy lindo, que estoy bello, eso me debilita”

“Me sentí acosado y atacado en la mesa de Mirtha”, dijo, sobre su paso por el envío más tradicional de la tevé local, en donde casi “se atragantó” de la indigestión que le provocaron algunas preguntas, que está cansado de escuchar.

“Estuve en la mesa de Mirtha Legrand, una diosa de la televisión mundial, pero vinieron a atacarme con infidelidades de hace 25 años que son irrelevantes para el mundo”, manifestó Carrillo, en una entrevista con Moskita Muerta, y agregó: “Esa boludez (si le fue o no infiel a Catherine Fulop) me la han preguntado cien veces”, se quejó.

A la vez, se mostró molesto porque “me acusaron de acosador sexual” y porque compararon el pasado de su padre como preso político en Venezuela con la actual situación de Leopoldo López, uno de los opositores al gobierno de Nicolás Maduro.

“Mi padre fue un preso político. Entonces, los presos políticos no son algo que yo apoye, pero Leopoldo López algo debe haber hecho, él está acusado de algunas cosas de las que mi padre no estuvo acusado”, argumentó.

Pese a esto, el actor venezolano aclaró que “fuera de cámara y cuando nos despedimos todos fuimos súper lindos unos con los otros” y afirmó que “conocí gente linda, como a Carlos Melconián y al hijo de Diego (Maradona)”.

Por otro lado, se refirió a sus primeros pasos en el “Bailando por un Sueño” y dijo que “el jurado fue un poco duro” con él.

Sin embargo, advirtió que “cuando a mí me critican me vuelvo casi como Superman”, por lo que “si querés que esté débil, dime que soy increíble, que estoy lindo, que estoy bello, eso me debilita”.

En la misma línea, aclaró: “Si me criticas, si me dices que estuve mal, que no doy pie con bola, me vuelvo Sansón”, destacó.

En este marco, planteó que “el criterio del jurado es muy particular” porque “ha habido más benevolencia con parejas que tal vez han bailado al mismo nivel o menor que nosotros”.

“Para mí es un halago porque el jurado me exige mucho”, concluyó.