Denunció un delito, esperó el juicio 12 años y lo detuvieron

Un inédito cierre de juicio se vivió el lunes pasado en los tribunales penales de nuestra ciudad, cuando los integrantes del Tribunal II, Claudio Bernard, Liliana Torrisi y Silvina Hoerr, mandaron a detener a una persona por la presunta comisión del delito de falso testimonio.

Lo llamativo del caso no fue esa situación, sino que esa fue la primera y última audiencia de debate y que el aprehendido era el denunciante.

Fuentes judiciales le indicaron a EL DIA que sus contradicciones habrían sido tales, que los magistrados ordenaron que la guardia del Servicio Penitenciario lo espose y lo saque de la sala.

Para esto, los imputados, tres altos jefes policiales, a quienes habían acusado por plantar pruebas durante un operativo, terminaron siendo absueltos.

El protagonista de esta historia fue Mariano Rafael Zenol, a quien, en marzo de 2004, le allanaron su casa de Ensenada, en el marco de la investigación de un asalto y violación a una abogada en City Bell, explicaron los voceros consultados.

Fue por ese caso que le endilgaron un supuesto “encubrimiento agravado” de los autores del aberrante ataque, ya que en su domicilio, según se hizo constar en el acta de procedimiento, se encontraron distintos objetos de la profesional que, al parecer, era el encargado de reducir, detallaron los informantes.

Sin embargo, al tiempo recuperó la libertad y denunció que los policías que comandaron ese operativo, el hoy comisario mayor Marcelo Corbalán; el comisario inspector Marcelo Alí y el comisario inspector Sergio Ermilli, todos funcionarios del Ministerio de Seguridad bonaerense, quienes contaron con la asistencia letrada de los abogados Oscar Salas y Cristian Romano, le habían plantado el parabrisas de un Peugeot 504, que tenía pedido de secuestro por robo.

A partir de esa presentación, la causa comenzó a investigarse, aunque tardó 12 años en llegar a la instancia de debate oral.

Zenol, entonces, fue convocado a declarar como primer testigo del caso.

Así se presentó el lunes pasado delante de los jueces, se acomodó en la silla y empezó a declarar sobre lo que había sucedido en aquella ocasión que la Policía irrumpió en su domicilio.

MIRADAS

Habrían sido tan evidentes las contradicciones en las que incurrió Zenol, que se le exhibió su denuncia en sede policial, donde los dichos reflejados eran totalmente diferentes a los que venía narrando.

Y cuando certificó que la firma inserta al pie de ese documento le pertenecía, directamente el juicio se terminó.

Cuando los jueces le dieron la palabra a la fiscal Helena de la Cruz desistió de la acusación y fundó esa postura en que “resulta difícil de creer que la Policía pueda, aún la Policía mas deshonesta, bajar de una camioneta un parabrisas y decidir plantar eso, pudiendo plantar cosas más chicas”

“Por eso la fiscalía va a solicitar por el delito de flagrancia (...) se proceda a la aprehensión del aquí testigo por el delito de falso testimonio en contra de los imputados”, agregó.

“Quien fuera en su momento denunciante no advirtió que no estaba declarando como imputado, sino que estaba haciendo una denuncia”, aclaró en su alegato.

Por su parte, Salas y Romano expresaron que “la declaración de Zenol indefectiblemente iba a transitar por este camino, iba a derrumbarse por lo que comparto la posición de la Señora Agente Fiscal”.

CIERRE DE COLOR

Instantes después, como se estaba ante el horario de cierre del edificio (14.00) y, no se contaba con la cantidad de empleados que habitualmente asisten a los jueces en los debates orales, por el paro de judiciales, que resintió la actividad en todos los tribunales de La Plata, los magistrados, de puño y letra, decidieron redactar un acta donde dejaron constancia de la detención del denunciante, por los motivos expuestos, y del veredicto absolutorio para los tres funcionarios policiales.