Oyarbide denunció que sufrió un robo en su casa

El ex juez federal Norberto Oyarbide denunció el robo de una caja de seguridad -con 200 mil pesos,  200 euros y títulos- que estaba empotrada en su departamento del  barrio porteño de Recoleta y deslizó que sospecha de los gendarmes  que trabajaron en su custodia.    

"Las personas que ingresaron tenían una copia de la llave de  mi departamento, obviamente, porque si no la puerta hubiera estado  forzada", comentó hoy el ex magistrado a la prensa y confió que  quienes "tenían las llaves de mi departamento eran los gendarmes que  estaban acá y tuve de custodias".    

Oyarbide aseveró que "hasta cuando" él fue juez, en abril  pasado, "estaba con gente de Gendarmería", calculó que "pasaron muchas  personas en los años" que tuvo custodia y concluyó que "esto es  un abuso de confianza, es bien claro".     

El ex magistrado hizo la denuncia en la comisaría 17 de la  Policía Federal el miércoles 15, tres días más tarde de la fecha en  que habría ocurrido el hecho.    

"Yo no había reparado pero me estaba por cambiar, abro la puerta del placard y me encuentro con el espectáculo dolorosísimo", confió.    

Oyarbide aseguró que el robo se produjo entre el viernes 10 y  el domingo 12, sin embargo, las fuentes policiales sostuvieron que  el juez denunció que el robo ocurrió el domingo 12, entre el  mediodía y la noche, cuando supuestamente se ausentó de la vivienda, ubicada en Rodríguez Peña 1978, sexto piso, donde hay cámaras de seguridad que no graban.    

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La caja de seguridad metálica, de 30 por 30 centímetros, estaba empotrada y atornillada, pero fue arrancada por el uso de la  fuerza.    

El ex juez aseguró que en su interior guardaba 200 mil pesos,  200 euros, la escritura del departamento y títulos, según las  fuentes judiciales. Y descartó que haya podido ser alguien de su familia o de la  portería del edificio porque, aseguró, "a mi casa no entra nadie" y  comentó que luego del robo "la gente está muerta de miedo acá".    

La denuncia recayó en el juzgado de instrucción 31 de Susana  Castañeda, con intervención de la fiscalía de instrucción 3 de  Marcelo Roma.    

Los investigadores ordenaron el levantamiento de rastros  hallados en el lugar pero aún no han recibido el informe del caso.    

Oyarbide, de 64 años, dimitió el 7 de abril último a la  Justicia federal, tras 21 años ininterrumpidos en el juzgado federal  número cinco, justo cuando el Consejo de la Magistratura empezaba a  analizar el inicio de un juicio político para removerlo del cargo.    

El disparador de ese proceso en el Consejo fue el caso de la  suspensión del allanamiento a una financiera tras una llamada  telefónica desde la Casa Rosada, cuando Cristina Fernández aún era jefa  de Estado.    

Si el Consejo avanzaba y él no renunciaba, corría riesgos de  perder la opción de acogerse al beneficio de la jubilación, derecho  que ya habría hecho efectivo.    

Hasta ese hecho Oyarbide había recibido numerosas denuncias y  acusaciones mediante las cuales se requería su destitución, pero  ninguna había prosperado.    

En 2001, cuando llevaba siete años ejerciendo como juez y en  medio de la conmoción mundial por el atentado contra las Torres  Gemelas en Estados Unidos, fue "salvado" por el peronismo en el  Senado, cuando otros sectores promovían su destitución por  supuestamente encubrir prostíbulos, en presunta connivencia con la policía  federal.    

Al admitir la salida, el presidente Mauricio Macri publicó en  su cuenta de Facebook: "Hoy le acepté la renuncia a Norberto  Oyarbide como Juez Federal. Lo hago con doble sensación: por un lado  tengo el alivio por que damos un paso para mejorar la justicia de  nuestro país. Saber que este señor no va a fallar más nos debe dar  una gran tranquilidad a todos".