La espera del micro: en horas pico, las paradas desbordadas

Viajar en micro en la Ciudad durante las horas “pico” se vuelve cada vez más complicado. Y el malestar se resume en largas esperas en la parada e incomodidad una vez arriba de la unidad, pues cuando el colectivo pasa y para (casi un “milagro” según algunos pasajeros) está repleto y así el servicio se torna muy molesto.

Los peores momentos del día para tomar el micro son entre las 7.30 y las 8.30, el mediodía, y entre las 17 y las 18, es decir, durante los horarios en que la gente entra o sale de estudiar o trabajar. En el casco céntrico donde más se advierten los desbordes de usuarios por la escasez de frecuencias de los colectivos es en las paradas de las plazas Rocha y San Martín, la Legislatura, las más cercanas a la Estación de Trenes y la Terminal y la de 7 entre 48 y 49.

Esta deficiencia en el transporte urbano tiene su correlato con las denuncias planteadas por los usuarios al WhatsApp habilitado por ediles locales (221-5475351), justamente, para relevar, a partir de la experiencia de los pasajeros, las condiciones en que funcionan los servicios de micros en La Plata. Según esa tanda de reclamos, al tope de las críticas se encuentra la línea municipal Oeste, con el 21 por ciento de las objeciones. Dentro de esas quejas, un 43 por ciento de los usuarios apuntan a la actitud de algunos choferes, que en lugar de detener el vehículo donde esperan los pasajeros, “siguen de largo”.

No pasan o pasan llenos

Cristina Valles pasa a buscar a su nena al jardín de infantes San Antonio de Padua - barrio Hipódromo - todos los días. Madre e hija regresan a su hogar, en el barrio de La Granja, con el Oeste, que abordan en la parada de diagonal 80 entre 44 y 45. “Puedo tomar dos ramales, el 23 o el 65 y cada uno tiene sus problemas. El 23 tarda un montón en pasar, hasta media hora, y el 65 viene más seguido, pero está repleto de pasajeros, casi imposible subirse”, contó la joven.

Otra usuaria, pero que toma el Este, exclamó frente a la consulta de este diario: “¡¿viajar sentada? Ni en sueños a la hora que voy o vuelvo del trabajo! Siempre, pero siempre va el micro repleto de pasajeros”, contó.

Los usuarios, por lo general, se quejan de esas dos fallas que presentan, cada vez de manera más acentuada, las líneas del autotransporte urbano, tanto las que trabajan bajo la órbita municipal como las de regulación provincial: las enormes demoras que padecen antes de tomar el micro y la forma en que se viaja, con las unidades que “explotan” de gente.

El relevamiento de quejas que recibe el WhatsApp comunal da cuenta de la insuficiencia en las frecuencias (el 28 por ciento cuestionó a las empresas de colectivos por las demoras; y el hecho de que las unidades pasan con exceso de pasajeros y no se detienen (el 15 por ciento).

Hace un par de meses un grupo de estudiantes universitarios solicitó la intervención de la Defensoría del Pueblo de la Provincia. En ese caso, puntualmente, el reclamo giró en torno a la cantidad de pasajeros que viajan parados en las diferentes líneas de micros. Brindaron un ejemplo puntual: el caso de las entre 30 y 50 personas que van paradas desde City Bell a La Plata, todas las mañanas, cuando la gente va al trabajo y lleva a los chicos a las escuelas.