Revuelta en la Unidad 45: ocho agentes penitenciarios y siete reclusos heridos
| 23 de Junio de 2016 | 02:00

Problemas de convivencia, pujas de poder o por el acceso a determinados privilegios. Todo será materia de investigación. Pero lo cierto fue que ayer al mediodía, el pabellón Nº 8 de la Unidad 45 de Melchor Romero, se convirtió en un verdadero infierno, donde 15 personas resultaron con heridas de distinta consideración.
En ese sector del establecimiento carcelario, destinado a “jóvenes adultos”, según confiaron a este diario fuentes de la fuerza, se alojarían unos 50 internos. Y la gran mayoría se entreveró en una violenta revuelta, hasta que llegaron los agentes penitenciarios en busca de restablecer el orden.
En ese momento, la situación cambió súbitamente y habría sido un cuerpo a cuerpo entre el medio centenar de detenidos contra esos pocos efectivos, contaron los mismos voceros.
el saldo del enfrentamiento
De acuerdo al reporte oficial, el saldo de semejante rebelión fue ocho penitenciarios y siete presos con golpes y cortes en distintas partes del cuerpo.
Al parecer, el primer oficial que ingresó al calabozo fue Maximiliano Ríos, el jefe de requisa, detallaron los informantes.
Presuntamente lo acompañó su segundo y otros seis guardicárceles, quienes, en instantes, quedaron a merced de un clima de absoluto desborde.
Se explicó que “todos terminaron con lesiones contuso-cortantes, especialmente Ríos, que sufrió un fuerte traumatismo craneal”.
A los penitenciarios los derivaron de inmediato al Hospital Italiano, para las curaciones de rigor, aunque el jefe de requisa, que tiene la jerarquía de alcalde mayor, permanecería internado para un seguimiento médico más intensivo.
Respecto de los detenidos lesionados, una vez asistidos por los médicos de la Unidad, que se encuentra situada en la intersección de las calles 520 y 176, se ordenó su traslado a otros establecimientos carcelarios.
Curiosamente, pese a que EL DIA intentó contactarse con las autoridades del área, no obtuvo ningún tipo de respuesta o comunicado institucional.
Incluso trascendió que el inicio de las actuaciones fue de oficio, por parte de la comisaría 14ª de La Plata, ante la ausencia de una denuncia formal, al menos hasta bien entrada la noche de ayer.
La causa quedó caratulado como “resistencia a la autoridad y lesiones”, con intervención de la fiscalía penal Nº 3 de nuestra ciudad, a cargo de Marcelo Martini, por la secretaría de Leandro Rubio y el juzgado de garantías Nº 2 de César Melazo.
Precisamente, desde esas dependencias judiciales se impartieron varias directivas para la obtención de datos que permitan conocer más en detalle las circunstancias del incidente y sus responsables.
Asimismo, se ordenó la realización de todos los peritajes en la escena de los hechos.
“LOS CHUPARON”
Si bien existen dos hipótesis sobre cómo se originó la revuelta, la más firme, la que se cuenta desde adentro del Servicio Penitenciario, fue que, alertados de la pelea entre los reclusos, los guardias intentaron reducirlos, pero fueron atacados con palos y puntas.
“Los chuparon”, expresó un vocero para dar a entender, en la jerga carcelaria, que los oficiales de la Unidad Nº 45 los descubrieron y se interpusieron a sus planes.
La otra versión que se deslizó fue que, en realidad, el enfrentamiento se suscitó en respuesta a un intento de requisa sorpresiva por parte de los penitenciarios y ante la firme posibilidad del decomiso de elementos prohibidos, que pudieron haber sido ingresados por familiares de los internos en los días de visita y que lograron burlar los controles preventivos.
También se escuchó que, en el marco de esta confrontación, hubo un fuerte reclamo por mejoras en las condiciones de detención.
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