Dormir poco, factor clave en el aumento de chicos con sobrepeso

Así lo advierte un reciente estudio internacional y lo confirman expertos locales. Detalles de un mal actual

Hace tiempo que se viene advirtiendo sobre las pésimas consecuencias que trae la falta de sueño para la salud de los más pequeños. Ahora, un estudio realizado por la Academia de Pediatría de Estados Unidos y presentado en los últimos días vino a confirmar que los chicos que duermen poco están expuestos a un mayor riesgo de lesiones, hipertensión, depresión y, sobre todo, obesidad.

La investigación, publicada en la revista Journal of Clinical Sleep Medicine, indica que la falta de sueño aumenta el apetito y la resistencia a la insulina, afectando así el desarrollo físico y cognitivo de los ñiños. “Los mecanismos que regulan el ciclo sueño-vigilia también participan en la regulación de la conducta alimenticia -explican los hacedores del trabajo-. Al presentar patrones anormales de respiración durante el sueño, hay procesos metabólicos que se ven afectados como el equilibrio de las hormonas y sustancias que regulan el hambre y azúcar en la sangre”.

Los niños recién nacidos hasta los 2 años de edad deberían dormir la mitad del día. En tanto, entre los 2 y hasta el inicio de la adolescencia, se recomienda que el sueño ocupe un 40% del día

El diagnóstico se torna aún más preocupante si se tiene en cuenta que en los últimos cincuenta años se redujo un veinticinco por ciento la cantidad de horas que se duermen por día. “De ocho horas que se dormían promedio, nuevos estudios muestran cómo la tendencia va hacia seis o cinco horas, fundamentalmente en los centros urbanos”, dice Daniel Pérez Chada, jefe del Servicio de Neumonología y director de la Clínica del Sueño del Hospital Universitario Austral.

El especialista describe que “esto tiene que ver con el cambio en el ritmo de vida, los turnos rotativos de trabajo, la exigencia de mayor productividad, el consumo de televisión y nuevas tecnologías hasta altas horas de la madrugada, y esta disminución en el descanso representa un esfuerzo enorme para el organismo, que tiene que adaptarse a un nuevo ritmo”.

No es la primera vez que un trabajo científico asocia el descanso con el sobrepeso. Hace poco la Universidad de Michigan publicó también en la revista Sleep un estudio en el que mostró que los chicos que duermen menos de nueve horas por noche tienen mayores posibilidades de ser obesos o tener sobrepeso, incluso después de tomar en cuenta las horas pasadas frente al televisor y de ejercicio físico.

El estudio, incluso, también detectó que la escasa cantidad de horas de sueño está asociada a los cambios de humor en los pequeños. Los investigadores realizaron un seguimiento a 519 niños de 7 años desde el nacimiento. Lo que hicieron fueron evaluaciones de salud y desarrollo y también entrevistas a los padres cuando los chicos recién habían nacido, al año, a los tres años y medio y a los 7. La duración del sueño no afectó el puntaje del cociente intelectual ni las mediciones del trastorno de déficit de atención por hiperactividad, pero los chicos que dormían menos de nueve horas como promedio mostraron una probabilidad significativamente mayor que los demás de tener sobrepeso.

Más allá de quien sea el responsable de los estudios, existe un consenso generalizado entre los especialistas sobre la cantidad de horas que un chico debería dormir para evitar problemas físicos. Los niños recién nacidos hasta los 2 años de edad, por ejemplo, deberían dormir la mitad del día. En tanto, entre los 2 y hasta el inicio de la adolescencia, se recomienda que el sueño ocupe un 40% del día. Es decir, entre 9 y 10 horas por jornada. Por su parte, los adultos deberían tener un tiempo de descanso entre 7 y 7 horas y media, y los ancianos, entre seis y siete horas.

Otro de los especialistas que desde hace tiempo viene advirtiendo la magnitud del problema es el nutricionista platense Norberto Russo, quien reconoce que en la última década las consultas por obesidad infantil en nuestra región y el mundo aumentaron como nunca antes (ver “Los casos...”).

La mirada de Russo y otros profesionales locales que admiten una escalada de casos de chicos con sobrepeso entra en sintonía con el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), según el cual la obesidad entre niños de menos de cinco años ha alcanzado niveles “alarmantes” a nivel mundial y se ha convertido en una “pesadilla explosiva” en los países en desarrollo.

En total hay unos 41 millones de niñas y niños con sobrepeso u obesidad, denuncia el reporte realizado por la Comisión contra la Obesidad Infantil de la OMS. La cifra equivale a un 6,1 por ciento del total de los menores de ese grupo de edad, frente a los 31 millones (4,8%) que se registraban en 1990.

El informe recuerda que el sobrepeso, en general, crece en el mundo a causa de la urbanización (falta de espacios para correr, vida sedentaria); pero también, y mucho, a causa de la mercadotecnia de alimentos y bebidas con ingredientes poco sanos.

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Clinical Sleep Medicine
Daniel Pérez Chada
Estados Unidos
Hospital Universitario Austral
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Norberto Russo
Obesidad Infantil
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