Detectives criminales
| 27 de Junio de 2016 | 02:30

Ryan Gosling y Russell Crowe interpretan a detectives de dudosa moral en “Dos tipos peligrosos”, una cinta que confirma las dotes para la comedia del canadiense y permite al neozelandés regresar a un género en el que no se ha prodigado durante su carrera.
Dirigida y escrita por Shane Black (director del éxito indie “Kiss kiss bang bang” y de un tanque como “Iron Man 3”), “Dos tipos peligrosos” se desarrolla en Los Ángeles durante la década de 1970, donde dos investigadores privados de lo más particular deciden trabajar juntos para resolver el caso de la desaparición de una joven, aparentemente relacionado con el asesinato de una estrella porno.
El actor neozelandés, aunque australiano de adopción, recupera su clásico personaje de tipo duro, un matón cínico y con puños como martillos llamado Jackson Healy, pero que en esta ocasión es algo más torpe y sensible de lo habitual. Le da la réplica Ryan Gosling con un personaje hilarante, otro investigador todavía más obtuso (Holland March), que sacará su perspicacia en los momentos más inesperados pese a su tendencia a caerse de las alturas y a meter la pata.
Durante la investigación, el improbable dúo, con la ayuda de la hija del personaje de Gosling, descubre una conspiración que alcanza los más altos círculos del poder. “Mi personaje es un buen ejemplo de cómo no ser un buen padre. Sin duda, es una buena guía de las cosas que no hay que hacer”, admitió el actor, que en la vida real acaba de tener su segunda hija con la actriz de origen cubano Eva Mendes.
UN PROYECTO DE ACTORES
No cabe duda de que uno de los atractivos del proyecto era ver a los dos actores, conocidos por sus papeles más dramáticos, en un marcado cambio de registro. “Shane quiso contar con nosotros por un motivo”, explicó Gosling. “Claro que podía tener a mejores comediantes, pero pensó que sería gracioso tener a dos actores que se toman muy en serio habitualmente en medio de situaciones ridículas”, agregó.
Crowe indicó que la clave era afrontar la historia “con seriedad y profundidad”. “Ryan y yo, Shane y Joel Silver (productor del filme), llegamos al proyecto con ciertas reputaciones, pero juntos en el plató somos como los jodidos Beatles. Sentimos pasión por lo que hacemos y somos profesionales, pero nos divertimos con ello”, sostuvo.
Tanto fue así, que Crowe reconoció que nunca se había divertido tanto con un compañero de rodaje como Gosling. “Si contáramos las veces en mi carrera que me han pillado riéndome inapropiadamente mientras rodábamos una escena, serían menos minutos en total que en una sola semana de trabajo con él”, manifestó el ganador del Oscar por “Gladiador” (2000).
Black y Silver vuelven a trabajar juntos después de sus éxitos con la saga de acción “Arma letal” y obras como “El último boy scout” (1991), historias se desarrollaban en Los Ángeles, y “Dos tipos peligrosos” no es una excepción. El retrato del infierno oculto detrás del glamour californiano es algo en lo que también ha incurrido con algunos de los últimos papeles Gosling (”Drive”, “Gangster Squad”).
“Lo cierto es que soñaba de pequeño con venir a Los Ángeles y experimentar la ciudad. La vi mucho en películas y leí mucho sobre ella. Para mí, tiene muchas facetas, así que cuando tengo la oportunidad de explorar una vertiente más de la ciudad, me provoca curiosidad”, declaró Gosling.
En este caso, además, trabajar junto a uno de sus héroes fue un regalo. Aunque, eso sí, no compartió más de una noche de fiesta con él. “Durante el rodaje sólo salí una vez con él y aprendí la lección”, confesó entre risas el intérprete canadiense.
“Alquiló todo el bar e invitó a todo el equipo. Vimos un partido de su equipo de rugby, los South Sydney Rabbitohs. En la película hago como que estoy borracho, pero en realidad era la resaca que me duraba de aquella noche”, reveló el actor surgido de la factoría Disney que saltó a la fama con “Diarios de una pasión”.
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