Raid delictivo, persecución y tres detenidos en San Carlos

Tres ladrones frenaron en 54 y 22 para robar. Habían pedido un auto como pasajeros cualquiera, pero para salir de raid en dos negocios. Estacionado a unos metros, el remisero que habían tomado de rehén no atinaba a moverse de su asiento durante cada robo.

Todo empezó pasadas las 15 cuando los asaltantes llamaron a una agencia de 131 y 42 para pedir un auto. No trascendió a qué domicilio solicitaron que los levantaran, aunque se supo que, a poco de haberse subido al asiento trasero del Chevrolet Corsa gris, le advirtieron al chofer que estaba en un asalto.

Los ladrones lo hicieron manejar en dirección al Parque San Martín. Y lo obligaron a detenerse en 22 y 54. No se sabe si tenían planeado qué negocio robarían o si lo decidieron en el momento.

Como haya sido, el primero de ellos se presentó con una apariencia que, al menos a la dueña del rapipagos que hay en esa esquina, no le resultó sospechosa. “Tenía un jean y una campera inflable. Parecía simpático”, dijo otro comerciante de la cuadra, a partir de lo que se supo luego.

Todo lo contrario fue lo que ocurrió enseguida. El segundo ladrón fue quien sacó un arma 9 milímetros. La dueña del local se espantó y alcanzó a esconderse en la parte trasera del local, según contaron en la esquina.

Los asaltantes, empecinados en llevarse la plata de la caja, tumbaron a patadas una puerta de madera que dividía los dos lados del mostrador. Así consiguieron robar algo de dinero y escaparse. El tercero vigilaba de cerca al chofer.

Después de eso, los delincuentes emprendieron la huida, siempre con el remisero cautivo al volante. En un momento determinado de la maniobra fue que al conductor lo lastimaron en una ceja, provocándole un corte, de acuerdo a lo que contaron en la agencia donde trabaja.

Mientras la Policía los buscaba por el robo en 22 y 54, los agentes se enteraron de otro segundo robo cometido por los mismos sujetos, esta vez en un negocio 23 y 50. No trascendió qué local era ni cómo se desarrolló la secuencia.

El alerta al 911 por ese segundo hecho ingresó de inmediato. En efecto, los vieron cuando se iban de esa zona y los empezaron a perseguir.

La persecución fue extensa: obligaron al remisero a escaparse, siempre con él al volante y bajo amenazas de muerte, hasta el otro lado de la Circunvalación. Al final el auto frenó en 135 ente 36 y 37. Ahí los delincuentes abandonaron el Corsa y huyeron corriendo.

A una cuadra, sobre 136, fue donde finalmente los atraparon, cuando “aparentemente iban para la casa de uno de ellos”, soltó una fuente.

Al revisarlos les incautaron la plata robada -16 mil pesos- y la pistola 9 milímetros. El operativo fue supervisado por Ignacio Rosales y Gastón Aizcorbe. Supuestamente, fueron los mismos que el sábado a la noche asaltaron tres negocios en un raid en Gambier, en el que un cliente terminó herido de un balazo.