Falsos operarios rompieron una vereda para robar cables con cobre

Los ladrones sabían que, invisible y debajo de las baldosas que cada día pisan miles de platenses en el Centro, había un tesoro escondido. Conocían también cómo desenterrarlo y lo hicieron con todo el desparpajo posible. Sólo porque los descubrió alguien entendido en el tema, fue que luego los pudieron detener.

Cual expedicionarios, los cinco hombres viajaron desde González Catán en dos vehículos, un Volkswagen Gol y una camioneta Ford F-100. Lograron detenerse en una cuadra de por sí difícil para estacionar: 47 entre 6 y 7.

Sin planos, pero con un conocimiento bien puntual, empezaron a hacer un pozo en plena vereda, ayer a la mañana. El tesoro que buscaban era un montón de cables de cobre. Viejos y en desuso, del antiguo tendido telefónico. “Sabían cómo hacer todo, incluso que el servicio en la zona no se iba a interrumpir”, explicaron varias fuentes.

El botín en el mercado de reventa significaba, para cada uno, unos 18 mil pesos. O sea, el valor de un salario mensual promedio.

Su plan iba como querían, pero la ubicación que eligieron los terminó por complicar. “Un empleado de Telefónica pasó por ahí y se dio cuenta de lo que pasaba. Le avisó al 911 y los policías llegaron rápido. Solamente había un hombre de 55 años, fletero de profesión, arriba de la camioneta”, señalaron los voceros del caso.

En la caja tenía 36 cables gruesos, lo que significa unos 1.000 kilos de metal, cuya procedencia total ahora se investiga. Pero la evidencia fue lo suficientemente fuerte para que lo condujeran en un patrullero a la comisaría Primera.

Aún faltaban los otros cuatro, que se habrían ausentado al ver que se les acercaban los agentes. No obstante, ellos mismos terminaron por delatarse.

“Llegaron hasta la seccional y empezaron a preguntar por el aprehendido. Por eso, varios efectivos salieron a la calle a ver quiénes eran, pero ellos intentaron escaparse”, se relató mediante un informe.

Todos se escaparon en el otro auto que les quedaba, el Gol gris. Nuevamente, una maniobra que los encerró, porque tomaron por calle 54, por donde también hay una salida de la comisaría. Como no son platenses, lo desconocían.

La persecución fue entonces breve. En 54 entre 8 y 9, a sólo 100 metros de distancia de donde empezó, los policías pudieron interceptarlos y hacerlos frenar. Sus autos fueron incautados y ellos quedaron detenidos, a disposición de Justicia penal local. Hoy deberán dar sus explicaciones en una causa que quedó caratulada como “robo agravado”.

Intervino la Motorizada, el Comando de Patrulla y la Policía Local.