Con menos visitantes y animales exóticos en retirada, el Zoo local empieza a ser otra cosa

En los próximos días continuará el traslado de ejemplares. Las especies autóctonas ganan terreno

Las tardes en el Zoo platense ya en nada se parecen a aquellas de otros tiempos, cuando era una de las atracciones más concurridas y bulliciosas del Bosque. Con una creciente escasez de fauna exótica, hay pocas visitas, casi ni asoman los clásicos contingentes escolares y el silencio que reina sólo lo rompe, por momentos, el estruendoso rugido de las leonas, amplificado dentro de la cueva donde debe estar el par de hembras - madre e hija - para mantenerse separadas del único macho de la especie alojado en el predio. Se advierten así, con la desarticulación del paseo tradicional, las primeras señales de la transformación que busca convertirlo en un parque “amigable” con los animales.

El proyecto de conservación le cabe a las especies de origen autóctono con algún grado de peligro de extinción

Semanas atrás, el Zoológico despidió al búfalo “Milu”, el primer ejemplar con el que comenzó a ponerse en práctica el plan de reconversión. De origen asiático, el gran bóvido fue trasladado al Ecas, donde cuenta con dos beneficios, según se remarcó desde la dirección del Zoológico: la gran extensión de 220 hectáreas, sin jaulas, y la compañía que ahora tiene junto al medio centenar de ejemplares de su especie, por lo que el animal puede ahí sí vivir en manada, es decir, en su forma natural.

Ahora, en los próximos días, será el turno del traslado del ciervo dama, que también iniciará su experiencia en semilibertad en el predio del Parque Pereyra. Lo seguirán el águila escudada, que es autóctona, del área de la cordillera chilena, pero en la búsqueda del bienestar animal que se plantea se cree que en el Zoológico porteño un equipo especializado en aves rapaces la podrá preparar para liberarla luego en su hábitat; el antílope Eland - africano -, que irá a un amplio parque de América, en el noroeste bonaerense; y dos lemures - originarios de Madagascar - que recibirá el Zoo Batán, una estación de revalorización de animales salvajes donde los pequeños monos habitarán la isla destinada a los simios ubicada en el parque de Mar del Plata.

NUEVO PARADIGMA

Todos esos son pasos concretos de un proceso que marcha, inexorable y acorde a los paradigmas de estos tiempos, hacia el final de la modalidad que proponía la mera exhibición de la fauna de vida silvestre. “Vamos de a poco, paulatinamente, porque cada reubicación implica un trámite complejo en Fauna Provincial o Nacional, según donde se programe llevar al ejemplar. Esos organismos deben verificar que el cambio es por el bienestar animal y recién ahí autorizan los traslados”, explicó el director del Jardín Zoológico, Diego Brutti.

Una recorrido en estos días por los senderos que serpentean los ambientes de los animales deja ver muchos más especímenes autóctonos (de cualquier zona de Latinoamérica) que exóticos. Abundan, en ese sentido, y repartidos por lo general en recintos amplios, guanacos; vicuñas; alpacas; pumas; loros; carpinchos; monos caí, araña y tití; cabras; hurones; aves andinas; gansos, patos; burros; un lobo marino; yaguaretés - ver aparte - y flamencos, entre otras especies con distribución en América.

En una notable menor cantidad hay ejemplares - la mayoría nacidos en cautiverio - de procedencia en el resto de los continentes, pero muchos de ellos, por ser, justamente, animales de climas tropicales, no toleran las temperaturas invernales y en estos días suelen resguardarse en el interior de los ambientes y no se dejan ver, como ocurre, por caso, con los dos tigres de Bengala - un macho y una hembra -, la célebre tigresa blanca “Kiara”, los chimpancés; y otra especie de mono, el Papión Sagrado.

Además, entre los exóticos, quedan los tres leones; los ciervos axis; el hipopótamo; la más antigua huésped, la elefanta Pelusa; y yaks.

Carteles, dispuestos en distintos sectores, informan al público: “El Zoo está cambiando. Trabaja en la conservación de especies autóctonas en peligro de extinción”. El aviso sintetiza la política que comenzó a llevarse adelante y que cambia, sustancialmente, la concepción en la guarda de animales.

En los próximos días, será el turno del traslado del ciervo dama, que también iniciará su experiencia en semilibertad en el predio del Parque Pereyra

“De los exóticos solamente van a quedar aquellos que no se pueden derivar a ningún lado en el que estén mejor que en nuestro zoológico y para eso un equipo de especialistas en comportamiento animal de la facultad de Ciencias Naturales evalúa, ejemplar por ejemplar, la conveniencia o no del traslado”, subrayó Brutti a la vez que detalló la lista de los que sería peligroso mudar: “los chimpancés, por ejemplo, están muy apegados a este medio y no sería bueno para ellos sacarlos, así que estamos construyendo un ambiente más grande para ellos; para la elefanta, con 50 años y los problemas que tiene en las patas, también sería perjudicial llevarla a otro espacio; y a los leones no los quiere nadie, porque los que están en cautiverio son producto de rescates”, añadió.

El proyecto de conservación le cabe a las especies de origen autóctono con algún grado de peligro de extinción y consiste en promover la reproducción de las parejas existentes en el Zoo para obtener crías que se enviarán a las ongs especializadas. Esas entidades las adiestrarán para la vida silvestre y luego las liberarán en parques nacionales. “Con la fauna de nuestras regiones estamos encarando un plan que apunta a la reintroducción de las especies en su hábitat”, concluyó el director del Zoo.

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