Arman un mapa de los baches y cráteres que ponen en jaque las calles de la Ciudad
| 11 de Julio de 2016 | 01:24

Por razones de seguridad vial y conectividad, confort, conservación de los vehículos y economía para el presupuesto municipal -porque cada año que pasa hace más costosa su recuperación-, el estado de los pavimentos es una de las cuestiones centrales para la calidad de la vida urbana. Sin embargo, en nuestra ciudad, las calles dan pena, con superficies envejecidas y erosionadas; diferentes relevamientos encarados en los últimos tiempos muestran que casi no hay cuadra platense que no amerite intervenciones drásticas que casi nunca llegan.
Un mapa interactivo lanzado semanas atrás por un edil platense confirma a través de la participación vecinal la cantidad y calidad de los problemas, en sintonía con el diagnóstico de la comuna local que promete encarar en el corto plazo (ver aparte) un ambicioso plan de arreglos.
Las cuadras pavimentadas de la ciudad -se estima que son unas diez mil, 3.400 de ellas en el casco histórico-, cuentan con tres tipos de cobertura: asfáltica, de hormigón y empedrada. Diferentes materiales para un denominador común: el mal estado.
Grietas y fisuras, hundimientos o crestas, baches superficiales, pozos, desniveles, son parte del paisaje cotidiano que los habitantes de los diferentes barrios han ido volcando, Internet mediante, en el “mapa de baches” disponible en la página del concejal local Gastón Crespo (http://www.crespogaston.com.ar/informes/pavimentos-en-la-plata/).
En la línea del “mapa de pérdidas de agua”, un canal virtual de denuncia, catarsis y reclamo que se demostró convocante meses atrás, la nueva iniciativa busca, en palabras de su impulsor, nutrirse con las experiencias vecinales para “documentar la realidad de la red de pavimentos” local y exigir soluciones.
“Hay lugares en los que las calles parecen bombardeadas” describe Crespo: “son muy escasas las que no necesitan ningún trabajo, porque incluso las que sólo requieren el mantenimiento básico de sellado de juntas y fisuras y bacheo, si no son atendidas muy pronto van a pasar a engrosar la larga lista de irrecuperables”.
De acuerdo con los expertos, la antigüedad del grueso de los pavimentos platenses, excluyendo los centenarios adoquinados -que tienen protección patrimonial y con la técnica adecuada pueden durar varios siglos más-, sobrepasa largamente los índices recomendables. Y existen tramos en los que desde hace más de veinte años no se realiza ninguna clase de mantenimiento.
En el casco fundacional, las calzadas se pueden desglosar en un setenta por ciento en hormigonados y el treinta por ciento restante en carpetas asfálticas, materiales ambos que tienen defensores y detractores, y cuyos coeficientes de costo-beneficio son en cierta forma similares.
La vida útil del asfalto ronda los diez a quince años, cifra que puede tener ciertas variaciones dependiendo de las características del material -espesor y calidad de la mezcla-, y del medio -rigor del clima, densidad y peso del tránsito-. Del mismo modo, se estima que el hormigón puede mantenerse en buen estado veinte años o más.
Mientras el asfalto se fisura por envejecimiento, algo que no ocurre con el hormigón -que casi no da señales de fatiga por el paso del tiempo-, es más barato: su precio sigue las oscilaciones del petróleo, del que deriva. Es versátil, práctico y de rápida aplicación, pero en general dura menos. El hormigón, por su parte, es más caro y de más lenta ejecución, que frecuentemente obliga al corte temporario de calles; las operaciones para su mantenimiento suelen ser también más complejas.
BALANCE NEGATIVO
“La amplia mayoría de los pavimentos de la Ciudad está por debajo del índice de estado aceptable” advierte el ingeniero platense Daniel Bianchetto, profesor titular de las cátedras de Tecnología de los Materiales y Construcción de Carreteras en la UTN sede Avellaneda: “es una situación preocupante; hace falta un plan integral para recuperarlos, porque se ha acumulado mucho tiempo de desidia en el mantenimiento de las vías urbanas, y cada año que pasa tiene un efecto exponencial en su deterioro”.
El profesional, que está a cargo de los proyectos de Investigación y Desarrollo en Mezclas Asfálticas de la casa de estudios avellanedense, precisa que “hay calles con más de veinte años sin intervenciones más allá de bacheos puntuales, que no duran más de cinco años, y a veces menos”.
Cuando hablan de “mantenimiento”, los especialistas aluden a bacheos acompañados por sellado de fisuras y, si se trata de hormigonados, reparación de losas; la “rehabilitación”, en cambio, implica realizar un fresado considerable, complementado con bacheo a gran escala, toma de fisuras y recapado con carpeta nueva -repavimentación-.
EROSION PERMANENTE
Además de la edad, entre los factores que provocan el deterioro de los pavimentos, el clima tiene un papel clave. En las metrópolis, las calzadas son los lugares por los que el agua de lluvia transita y circula; cuando hay grietas, las filtraciones deterioran las capas inferiores, se pierde sustentación y se generan baches profundos por hundimiento.
A mayor temperatura de ese líquido -lo que ocurre en temporada estival- peor, ya que los pavimentos asfálticos tienden a disgregarse con mayor velocidad, provocando baches superficiales que pueden dar origen a otros profundos.
Un desgaste adicional suele observarse donde los recorridos de los ómnibus marcan giros a la izquierda, porque la ubicación de los tanques de estos vehículos hace que se derrame gasoil, actuando como un solvente que acelera la disgregación del asfalto. Esto suele hacerse muy evidente en 7 y 54, por ejemplo.
“Existen en La Plata, para avenidas importantes y con paso del transporte público, pavimentos asfálticos ‘densos’, modificados con polímeros que les otorgan mayor durabilidad” explica Bianchetto: “en nuestro medio se aplicaron durante los años ‘90 en la avenida 7, parte de la 44 y varias arterias más, pero luego se dejaron de usar”.
“Estamos hablando de un tema que no es menor” subraya el profesional: “el doce por ciento de la superficie del área urbana del partido de La Plata es pavimento, y otro tanto, ramblas y veredas”.
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