En un golpe comando, robaron $ 1.300.000 de un blindado

Al menos cuatro delincuentes armados, uno de ellos disfrazado de policía, asaltaron a los empleados de un camión blindado que salían de un centro de pago de la localidad bonaerense de Ciudad Evita y les robaron alrededor de 1.300.000 pesos, mientras que en la fuga se tirotearon con un policía vestido de civil. En esa balacera resultó herida una mujer que justo pasó por allí en la camioneta del novio.

Ocurrió alrededor de las 20 del lunes, cuando el chofer de un camión de la empresa Prosegur estacionó frente a un Rapipago en la esquina de El Espinillo y Bevilacqua, en una zona comercial de esa localidad del partido de La Matanza.

Mientras el chofer permaneció al volante, el portavalores y dos custodios bajaron del vehículo; dos de ellos ingresaron al comercio y uno se quedó en la puerta conversando con quien él pensaba que era un policía. Pero el uniformado era en realidad un delincuente disfrazado que formaba parte de un golpe delictivo organizado junto con al menos otros tres cómplices, quienes ya se habían mezclado en la fila de clientes que se extendía hasta la vereda.

Tan pronto como vieron que el portavalores salía de atrás del mostrador con la saca cargada con el dinero de la recaudación - cerca de 1.300.000 según consta en la denuncia -, los falsos clientes extrajeron armas de fuego de entre sus ropas y los abordaron a los gritos sin darles tiempo a reaccionar.

Sincronizado con sus compañeros, el falso policía sorprendió al custodio que permanecía en la vereda, le apuntó a la cabeza y le ordenó que le entregara su arma.

De esta manera, y sólo segundos después de iniciar el robo, los asaltantes salieron del Rapipago con la saca llena de efectivo y el armamento de los empleados de la empresa de seguridad: dos pistolas Bersa y una Taurus, todas 9 milímetros.

Mientras los ladrones corrían hacia una camioneta Peugeot Partner en la que los esperaba un cómplice, un policía bonaerense vestido de civil y fuera de servicio que tomaba un café en un bar a pocos metros notó lo que ocurría y decidió intervenir.

Sacó su arma reglamentaria e impartió la voz de alto, aunque los asaltantes subieron a la camioneta y comenzaron a dispararle para cubrir su fuga. Una de esas balas hirió en una pierna a una mujer de 35 años.