Por Facebook, cayó el sospechoso de un crimen narco en La Plata

En la noche del 28 de abril de 2013 llovía fuerte y los que no estaban preocupados por eso (a menos de un mes de la inundación), se encontraban pendientes de la pelea que Sergio Maravilla Martínez terminó ganándole por puntos a Martin Murray. En una pensión del barrio Hipódromo, alguien fusilaba de un tiro a Dodji Adote Logossou, un togolés de 37 años.

A poco más de tres años de aquel crimen, un joven músico fue detenido en las últimas horas, sospechado de ser el responsable. Por lo que informaron los investigadores, lo complicaron los testigos y sus propias fotos en la red social Facebook.

El asesinato sucedió en una pensión de 1 entre 36 y 37, donde Logossou fue encontrado muerto, con un disparo en el abdomen.

Los peritos de Policía Científica secuestraron un proyectil calibre 32 largo, dinero y dos teléfonos celulares, pero lo que orientó la pesquisa hacia la teoría de un ajuste, fue el hallazgo de una “piedra” de clorhidrato de cocaína de considerable tamaño, recordaron fuentes del caso.

“Algunas de las personas que se habían quedado hasta tarde mirando la pelea escucharon lo que pasó”, contó un jefe policial, sumando que “previo a los disparos, la víctima había mantenido una discusión acalorada con al menos dos personas”.

Por lo que dijeron los testigos, los contrincantes eran argentinos y los vieron escapar por 1 hacia la calle 35, en un auto blanco tipo Fiat 147. La causa avanzó en el gabinete de Homicidios de la DDI con el aporte de un testigo de identidad reservada. Según los voceros, fue él quien confirmó que Logossou “vendía droga al menudeo y esto había traído una serie de inconvenientes con un par de personas que lo habían amenazado por mensaje de texto”, completó el jefe policial.

El testigo no sabía si le reprochaban no haberles vendido o se disputaban el territorio, pero lo cierto es que al hombre de Togo le habían advertido que iban a darle “un tiro en la panza”, que fue justo lo que pasó. Luego se supo que el conflicto era por lo segundo. Los pesquisas localizaron a algunos clientes. Y fueron estos los que aportaron un apodo: “El Mono”, propietario de un Fiat 147 blanco e integrante de una banda de cumbia.

Los investigadores rastrearon las páginas de ese grupo en Facebook y otras redes sociales, observando algunas fotos de “El Mono” junto a su auto. “Es un joven con antecedentes por delitos contra la propiedad, que habitualmente portaba armas y es adicto a las drogas”, lo describió un jefe policial, agregando que tenía como costumbre “entrar de arrebato en lugares de venta de estupefacientes y robarlos a mano armada”.

Lo que terminó de cercar al acusado fue su propio teléfono celular, ya que desde ese número salieron algunos de los mensajes intimidatorios, de acuerdo a la información oficial.

A este joven de 22 años lo buscaban desde 2014, pero siempre logró escapar. Hasta ahora (ver aparte).