Alarmados por una ola de robos, piden prevención en Villa Elisa

“La verdad es que estamos cansados, la gente no sabe qué hacer y está preocupada”. El análisis corresponde a Mario (48), el encargado de un negocio de Villa Elisa, que fue testigo y víctima de dos episodios de inseguridad recientes (ver Recuadro). Su frase estuvo también respaldada por la experiencia de otros vecinos de esa zona, que se extiende al costado del camino Centenario.

Desde luego, el pedido lógico de muchos es para que la policía refuerce los controles. Sobre todo, teniendo en cuenta que los ladrones suelen ser menores que no necesitan más que una bicicleta para ir a robar. Inclusive, también actuaron a pie, lo que da la pauta de que vivirían muy cerca.

Al comienzo del fin de semana se vivió uno de los últimos casos. Fue el viernes a las 19.15, cuando un par de ladrones, en apariencia jóvenes, entraron en un almacén de 423 bis y 7.

Casi no se les veían las caras porque llevaban bufandas y capuchas. Uno de los dos mostraba un arma, con la que empezó a amenazar al dueño y a cuatro clientes.

Si bien no le pegaron a nadie -“dentro de todo fue tranquilo”, comentó el encargado- el asalto fue tenso. A una mujer que estaba comprando le sacaron el celular. Y del negocio se llevaron otro teléfono y la plata de la recaudación. Se trató del primer robo ocurrido en ese local en seis años.

Tan rápido como llegaron fue que encararon la huida. Desde adentro del negocio las víctimas alcanzaron a ver que los dos se subieron a una bici. Por calle 7 se escaparon rumbo a un arroyo, en un sector donde se cortan los caminos.

LADRONES VECINOS

Eso dio el indicio, aún no confirmado, de que esos delincuentes vivirían a pocas cuadras de donde fueron a robar. A la misma conclusión llegaron en otros sectores donde también asaltaron. La otra clase de robos, típica de esta característica, es la sustracción de motos o bicis de los patios de las casas.

El sector más castigado se extiende entre el Parque Ecológico, la avenida Arana y el camino Centenario.

Sobre las dos orillas de esa última vía están los dos barrios más afectados. “Un problema es que por parte de la policía no trasciende ninguno de estos casos, nadie se entera y pareciera que no pasa nada”, se quejó Roberto González, un referente barrial en cuestiones de seguridad.

En Villa Elisa ya hubo más de una reunión con las autoridades para pedir más vigilancia. Mario opinó que “lo único que se vio fueron más patrullajes, pero que no alcanzan. Todo lo demás fueron promesas”.

Atrás parecía haber quedado la ola de entraderas y asaltos violentos en casas que asolaron la localidad en años anteriores. Lo que esperan los vecinos es que la tendencia no se remonte a aquellos niveles.