La Ciudad brindó para celebrar la amistad

Como ocurre cada 20 de julio, la jornada de ayer tuvo el sello del encuentro. Chicos y grandes, en dúos, tríos o pequeñas multitudes, en cafés, plazas, casas, quintas, restaurantes, celebraron las amistades recientes y las de toda la vida, sin distinciones de edad, banderías o estilos de vida, con reuniones en cada uno de los barrios y localidades platenses.

La actividad comenzó temprano; el Día del Amigo implica para los emprendimientos gastronómicos un imán potencial que invita desde la hora del desayuno hasta pasada la cena. Sin embargo, como es habitual, los platos fuertes estuvieron al mediodía -cuando se dieron cita en su mayoría los círculos más veteranos-, al promediar la tarde -con los adolescentes copando locales de comida rápida- y, sobre todo, a la noche.

Pizzerías, bares, hamburgueserías, -entre ellas más de treinta adheridas al Club EL DIA- ofrecieron menúes y promociones para todos los gustos y bolsillos en el cada vez más amplio y concurrido circuito gastronómico local, que se mostró convocante en polos como Meridiano V, City Bell, la diagonal 74 entre plazas Italia e Yrigoyen, y la avenida 51 a espaldas de la Casa de Gobierno bonaerense, entre otros.

Con la ayuda inestimable de los grupos de whatsapp y las “redes sociales”, que le otorgan previsibilidad a la organización -pero achican la chance de sorprenderse ante apariciones inesperadas-, los rituales colectivos orientados a mantener viva la esencia de la amistad seguirán hasta el fin de semana próximo, cuando se juntarán quienes no pudieron hacerlo ayer debido a obligaciones laborales.

Por que el 20 de julio

La efeméride que llegó para dar un marco formal a la antigua costumbre argentina de “juntarse” a cuento de lo que fuere (o pararse en cualquier esquina a conversar largamente con un viejo conocido) se gestó el 20 de julio de 1969, cuando Enrique Febbraro, un profesor de psicología, filosofía e historia, músico y odontólogo oriundo de Lomas de Zamora se propuso crear un “Día del Amigo” para conmemorar la llegada del hombre a la Luna.

Mientras el astronauta norteamericano Neil Amstrong ponía su pie izquierdo en la Luna, Febbraro, miembro del Rotary Club, se sentó a escribir mil cartas a 100 países proponiéndoles sumarse a la iniciativa.

Allí explicaba que había interpretado el alunizaje de la Apolo XI como un gesto de amistad de la humanidad para con el Universo.

Las 700 contestaciones afirmativas que recibió le dieron carácter mundial a una celebración que, por encima de las diferencias culturales, tenía el objetivo de unir a las personas a través de un concepto común.

El festejo fue oficializado primero en la capital federal, después en toda la Argentina y más tarde en muchos países del continente.

Hoy, entre los más de cien países que celebran el Día del Amigo el 20 de julio, sólo unos pocos lo hacen en otra fecha: en Paraguay es el 30 de julio, en Chile el primer viernes de octubre, en Perú el primer sábado de julio y en los Estados Unidos, el primer domingo de agosto.