La Loma: otra entradera en un barrio donde reina el miedo

Fue anteanoche en 33 entre 16 y 17. El profesional sufrió amenazas y un golpe. Estaba con la familia

“Eran las 9 de la noche. Mis tres nenes estaban en la camioneta y mi mujer estaba por subirse también. Yo era el último en casa, cerré la puerta y fui con ellos. Estábamos saliendo”. El relato es de un vecino de 33 entre 16 y 17, que podría estar relatando el comienzo de un momento familiar agradable, pero que en realidad se refirió al principio de la entradera que sufrió el martes.

El abogado Marcos Gabriel Maciel (35), la víctima, fue amenazado por tres delincuentes que aún no se sabe si los estuvieron esperando afuera o si aprovecharon su oportunidad cuando vieron el movimiento en el frente de esa casa. También está la posibilidad de que un auto los haya dejado en la zona.

De cualquier manera, quedó claro que llegaron a la casa tras caminar unos metros y con intenciones de infundir miedo. Al hombre le pegaron un culatazo en la cabeza con la base de un pistolón.

De los tres asaltantes, todos en torno a los 25 años, a algunos ni se les veían las caras, porque se las escondían con capuchas.

“Al primer golpe empecé a rogar que no me mataran”, aseguró Maciel. Mientras dos de los delincuentes se quedaron con su mujer controlando que la situación no se les fuera de las manos, el tercero obligó al abogado a ingresar a la vivienda.

“Me tuvieron con amenazas constantes”, remarcó el profesional, para caracterizar cómo transcurrieron los diez minutos que duró la entradera. El delincuente arrancó de la pared un televisor, además de agregar a su botín una notebook y otros electrodomésticos.

Todos esos elementos los cargaron en la parte de atrás de la Volkswagen Suran en la que la familia planeaba salir de paseo. Los tres nenes chiquitos y la mujer, obligados a bajarse, vieron a los tres delincuentes ocupar sus lugares rápido en la camioneta, que un rato más tarde apareció luego abandonado en 526 entre 17 y 18. La encontraron gracias a un sistema de rastreo satelital.

“Si la hacen, la hacen completa”, se permitió bromear Maciel sobre la sustracción de su vehículo. Claro que en ese momento la pasó mal: “Ahora me río pero la verdad es que fue muy triste. Con mi mujer nos preguntamos cuándo va a ser el día en que nos peguen un tiro”, lanzó ayer a la tarde, durante una entrevista con EL DIA.

EL SEPTIMO ROBO

El abogado es oriundo de Ayacucho y vive en esa casa de calle 33 desde hace siete años. Igual es la cantidad de robos que padeció desde que se mudó allí. “Uno cree que por vivir en un barrio lindo esto no pasa...”, se lamentó.

Paradójicamente, por el robo del lunes fue la primera vez que decidió hacer la denuncia en la comisaría. “Tal vez es que uno descree del sistema, o que piensa que si le sacan solamente una billetera no vale la pena”, fue su explicación.

Al menos por lo que pasó anteanoche le quedó el consuelo de que a su mujer y a las criaturas no les hicieron nada. Pero de todas formas remarcó que todo el episodio fue “absolutamente violento”.

Esta entradera se produjo en un contexto en el que vuelve a aumentar la preocupación vecinal en barrio Norte y, principalmente, en La Loma por la inseguridad.

Marcos resiste en su casa y no piensa en mudarse. Al menos por ahora: “Todo esto me está agotando, es muy fuerte”, sentenció.

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