¿Tevez ya está harto de su querido Boca?

Un año después de su regreso a Boca, Carlos Tevez solicitó, y le fue concedida, una licencia, todo en medio de la crisis del equipo.

Su foto con los barras, sus actuaciones en la cancha, sus lesiones a los rivales y otros escándalos que tapan su juego han puesto un manto de dudas y también de cuestionamientos.

Aún se recuerda su regreso a Boca, ya que conmovió al mundo Xeneize porque fue tras su mejor temporada en Europa como líder de una Juventus que fue campeón en la Liga de Italia y subcampeón de la Champions League.

Lo recibió una multitud en la Bombonera: 60 mil personas que sólo fueron a ver cómo el ídolo volvía a pisar el césped del templo, pero con el tiempo el nivel del ídolo se diluyó y pocas veces fue de la mano de la expectativa.

Ganó dos títulos locales pero el objetivo siempre fue la Copa Libertadores, ese que al verse frustrado ante un rival muy menor terminó por dejarlo en la encrucijada que tiene a todos en vilo. La licencia que pidió ¿es realmente para descansar y curarse las heridas o para pensar en salir del club que más quiere?

El Apache parece estar siendo absorbido por todo ese contexto, algo que el propio futbolista afirmó haber superado en su presentación, el 13 de julio del año pasado. En su momento, decidió marcharse a Corinthians en búsqueda de tranquilidad -se sentía acosado por la prensa- y escaparle al llamado “Mundo Boca”. Y hoy, ese mismo fantasma lo vuelve a asediar. Y se han potenciado luego de la eliminación del equipo de la Copa Libertadores.

“En su momento se fue un jugador donde el Mundo Boca lo había superado, por eso me fui. Hoy vuelvo sabiendo que tengo que superar el Mundo Boca; o creo que ya lo superé, porque hoy soy un ejemplo para mis compañeros” , expresó en su primera conferencia de prensa.

Desde su vuelta, el atacante promedia 0,42 goles por juego con 18 tantos en 42 partidos, pero su talento apareció con destellos, nunca logró ser el líder del equipo y de destacó más por lo que pasa cuando terminan los partidos, que por lo hace dentro de la cancha.

En septiembre, Boca ganó en el Monumental y Tevez lanzó un dardo hacía los hinchas millonarios. “Todo vuelve a la normalidad” y estalló una nueva polémica.

Una semana después, con una fuerte entrada, el atacante fracturó a Ezequiel Ham en un partido ante Argentino Juniors. La intencionalidad de la patada quedó en duda. En febrero volvió a lesionar a un rival: fue Ezequiel Unsain, quien tuvo una fractura en su mandíbula tras un golpe del delantero de Boca.

Un mes después, Boca luchaba por ser campeón y dejar atrás los peores momentos de su historia con el gas pimienta todavía en el recuerdo de los hinchas. En un encuentro ante Racing tuvo la primera oportunidad de consagrarse, pero con dos expulsiones cayó 3 a 1. “De una vez por todas hay que crecer” , dijo un Tevez enojado tras el encuentro y encendió una interna en el vestuario. El 2016 también empezó con polémica, luego de que surgieran rumores de que no le gustaba la preparación física de Arruabarrena.

Pero el ciclo del “Vasco” terminaría en febrero y Tevez esperaba por la llegada de Jorge Sampaoli, finalmente fue Guillermo el elegido, y con la llegada del mellizo la discusión pasó a ser su posición en la cancha. El atacante reclamaba públicamente que no quería jugar de 9, el flamante DT dijo en su presentación que sin dudas era centro delantero. Su próximo escándalo sería en marzo, con el equipo saliendo de la crisis tras el cambio el DT, Tevez apareció una foto suya junto a la primera línea de la barrabrava de Boca: Mauro Martín y Rafael Di Zeo.

Después no le gustó la salida que Daniel Osvaldo, su amigo, por motivos de inconducta, tampoco estuvo de acuerdo que no se le renovara el contrato a Fernando Tobio, y todo esto habría generado cierto resquemor en el atacante, que ahora evalúa su futuro.

Y el último partido de Boca lo dejó más expuesto que nunca: no gravitó en el juego, no se hizo cargo de patear el penal -que terminaría fallando Nicolás Lodeiro- y hasta Maradona cargó contra él: “hacía mucho tiempo que no jugaba un partido tan mal, tan desconcentrado”.

Y la última, a modo de trascendido. Al parecer, la relación con Guillermo Barros Schelotto no sería de la mejor. Y todo nace de haber trascendido que Tevez lo bautizó “Enano canchero”.