Atendible reclamo vecinal por las deficiencias que se advierten en el sistema de recolección de residuos

La anunciada aplicación por parte de la Municipalidad local de una multa a la empresa encargada de la recolección de residuos, a raíz de presuntas irregularidades detectadas en el servicio que presta –más allá de toda consideración sobre la legitimidad final o no de esa sanción- parece inscribirse por sus fundamentos en la decisión oficial de apuntar a una mejora en las condiciones de limpieza que deben caracterizar a toda ciudad.

Según se detalló en este diario, las recurrentes protestas vecinales por las falencias que advierten en la recolección de residuos, se tradujeron en la acción municipal que, tal como se informó, fueron corroboradas a través del sistema de seguimiento GPS por el cual se monitorea el funcionamiento de la recolección de residuos. Dicho sistema comunal monitorea a los 85 camiones que la empresa dispone para el cumplimiento de la prestación, además de contarse otros nueve móviles propios destinados a controlar su desempeño.

Se indicó que fueron detectadas la mayor parte de las infracciones en la recolección de residuos habituales, no habituales y bolsa verde, además de diversas irregularidades vinculadas a recorridos, horarios y tiempos de recolección, traduciéndose ello en un supuesto incumplimiento de cláusulas del contrato firmado entre la empresa y la Municipalidad para llevar adelante el nuevo sistema denominado de gestión responsable de residuos.

El problema de la limpieza urbana excede, por cierto, al de la sola recolección de residuos. Se sabe que en años anteriores la Comuna invitó a instituciones, clubes y colegios para que se sumen a la tarea de colaborar con acciones destinadas a preservar el mobiliario urbano, en especial las fuentes, monumentos y esculturas. En ese contexto, se mencionó la actitud desplegada por la comunidad educativa del colegio Normal 2 que, a instancias de los estudiantes, puso en marcha una campaña de protección edilicia consistente en delimitar lugares específicos para la realización de murales y grafitis, en estructuras portantes sobre las paredes. Se trata de un tema que no debería pasarse por alto y que, por cierto, no resulta menor.

Lo cierto es que una ciudad que no pueda resolver el problema de su limpieza, mal puede aspirar a logros de otra naturaleza y de mayor complejidad. Podría formularse a través de este teorema: el que no puede lo menos, no puede lo más. La limpieza del espacio público está directamente vinculada a la calidad de vida en la Ciudad. Y por supuesto, a su imagen hacia afuera. Por eso se trata de una cuestión que merece la máxima atención y todos los esfuerzos de parte de la Comuna.

Aquí se ha dicho muchas veces, que el tema también involucra a la conducta ciudadana. Y que los propios platenses tienen un alto grado de compromiso en el mantenimiento de la Ciudad limpia. Incorporar hábitos ciudadanos que contribuyan a no ensuciar el espacio que es de todos, es una clave importante para garantizar la limpieza de la Ciudad.