“Cuando nos encerraron, pensé que iban a vaciarme el negocio”

Veinticuatro horas después del violento asalto que sufrió en su local de electrodomésticos y muebles situado en una zona céntrica de Berisso, que tuvo también como damnificado a un amigo suyo, el propietario del local mantenía viva la bronca por el episodio. Como reflejó este diario en su edición de ayer, sucedió el jueves a la tarde en “Berisso Hogar”, en la esquina de 13 y 163.

Su propietario, Oscar Rodolfo Sosa (60), comentó que ayer se reunió con “el Intendente, el secretario de Gobierno y el Secretario de Seguridad” de la comuna, para plantear su preocupación por la inseguridad y reclamar que vuelvan a asignarse en esa zona efectivos de la Policía Local “como había hasta hace unos 15 días”, reveló a este diario.

Además, impulsado por el fastidio que le provocó haber padecido “el segundo asalto en los últimos cuatro meses”, hizo saber que “con otros comerciantes estamos organizando una reunión para la semana próxima, a la que convocamos también a vecinos, dirigentes de entidades intermedias de Berisso y representantes del Concejo Deliberante”. Estimó que el encuentro será entre el lunes y el martes.

“La idea es acordar medidas para que nos garanticen la seguridad que ya no tenemos”, comentó Sosa, sin descartar que en esa reunión organicen “una movilización popular”.

UNO ATADO, OTRO GOLPEADO

Consultado sobre cómo fue la mecánica del asalto de antenoche, el comerciante relató con lujo de detalles el angustiante momento por el que atravesaron él y su amigo.

“Eran las 6 de la tarde y estábamos conversando, cuando vimos que entraron tres pibes de 20 a 25 años, bien vestidos y con el pelo prolijo. Pero mi amigo igual sospechó y encaró hacia la calle”, comentó Sosa, justo antes de aclarar que uno de los delincuentes se lo impidió.

“Lo hizo ir para el fondo del local, igual que otro ladrón que me apuntó con un arma mientras me robaba el celular y plata”, según dijo, entre 2.500 y 2.800 pesos “que tenía en una cajón, de la recaudación y algunas cobranzas”.

Una vez que los encerraron, “el que me apoyaba el revólver en la cabeza también me hizo arrodillar y me ató las manos con mi propia bufanda”, recordó el comerciante.

Su amigo tampoco la pasó nada bien. Así lo dio a conocer Sosa: “Le sacaron entre 1.000 y 2.000 pesos que tenía encima y su celular”.

Según Sosa, uno de los asaltantes enfureció con su amigo al descubrir que en los bolsillos tenía algunos billetes más. “¿Te hacés el canchero?”, le preguntó, justo antes de acertarle un par de trompadas en la cabeza.

No fue todo. El comerciante reveló que a su vez “le sacaron la llave de su Peugeot 308, donde además tenía una fuerte suma de dinero (no detalló el monto exacto), y escaparon con el auto”.

Sosa admitió que en esos difíciles momentos pensó que los intrusos iban a vaciarle el negocio, “porque ya nos tenían encerrados. Pero acá estuvieron tres o cuatro minutos”.

Denunció que en su comercio “motochorros asaltaron en marzo pasado a una chica que dejé a cargo, porque tuve que salir a cuatro cuadras”.

De la banda del jueves, por ahora, nada se sabe. Del coche del amigo de Sosa, tampoco.

El comerciante hizo la denuncia y ahora la policía intenta identificar a los responsables.