La vida sexual con robots empieza a ser una realidad

Robofilia parece una palabra extraña que salió de una libro de ciencia ficción, pero no, es en realidad una parafilia que está poniéndose se moda y causando polémica en varios sectores de la sociedad.

Se trata de tener sexo con robots. Encontrar el placer en un compañero robótico es una realidad que en los próximos años tomará fuerza. Según David Levy, experto en inteligencia artificial y autor del libro “Amor y sexo con robots”, las relaciones sexuales de ese tipo serán algo habitual en unos años, tal vez en 2050. 

La pregunta hoy, cuando esa situación parece tan extraña, es si será normal que ocurra. Para el sexo necesitamos de una interacción física, es mucho más que un instinto biológico, algo que va más allá de la mera satisfacción física. Los robots tendrían que ser capaces de estar programados para abrir la boca, mantener una pequeña conversación antes o después del sexo o gemir.

Ese tipo de inquietudes sirvieron de disparadores para la publicación Muy Interesante que abordó el tema.  Allí se da cuenta de la opinión de algunos investigadores  menos optimistas retrasan una década el escenario en que los robots lograrán morfología, funcionalidad y movimiento como para que quien lo desee disfrute del sexo con ellos.

“Si somos capaces de establecer vínculos muy potentes con una mascota, que no habla, es fácil imaginar que los crearemos aún más fuertes con un robot con el que te podrás comunicar, compartir memorias e información y desarrollar una relación íntima”, aseguró Ricard Solé, físico, biólogo e investigador Icrea en la Universitat Pompeu Fabra (UPF). 

En dos películas recientes, “Her” y “Ex Machina”, se exploró ese concepto intrigante: la posibilidad de que los seres humanos se enamoren y quieran tener relaciones sexuales con robots o con máquinas de inteligencia artificial (IA).

No es la primera vez que alguien ha fantaseado con el sexo con seres humanos artificiales -fantasía que puede seguirse a través del tiempo hasta llegar al mito griego de Pigmalión-, pero a medida que la IA y la robótica avanzan, algunos aseguran que la fabricación de robots para el amor y el sexo está próxima a hacerse realidad.

Sin embargo, pese a la predicción de David Levy respecto de lo que pudiera ocurrir en 2050, y que otros crean que estamos en el umbral de una nueva revolución sexual tecnológica, la verdad es más complicada.

Construir y diseñar robots para tener sexo va a ser más difícil de lo que la mayor parte de la gente cree. Hacer que sean convincentes sin que resulten atemorizantes será un gran desafío y superar las barreras que enfrenta la industria del sexo para obtener fondos requiere un esfuerzo enorme.

¿Se podrías llegar a amar a un robot? Técnicamente, un robot sexual es cualquier cosa robótica con la que puedes tener sexo. Esos aparatos ya existen en forma de juguetes que se conectan a apps que simulan sensaciones reales como, por ejemplo, los vibradores programables o manejados con control remoto.

“Hay montones de cosas disponibles en este momento que anatómicamente tienen reminiscencias humanas y que facilitan una experiencia de fantasía que es más práctica que la pornografía y más fácil de controlar que tener sexo con una pareja real”, explica Shelly Ronen, investigadora de la Universidad de New York (NYU) que estudia las relaciones, el sexo y los juguetes sexuales.

Sus palabras podría insinuar que el futuro que se predice en materia sexual en realidad ya llegó hace rato.