El invierno batió récords pero Macri pide más frío

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Volvió con todo el servicio puerta a puerta. El ingeniero López, llevando a General Rodríguez sus ahorros, reinauguró esta vieja modalidad. Y Cambiemos la recicló en clave explicativa, largando a la calle lo mejor de su elenco. Los gobernantes tocan timbre y le cuentan a la gente por qué hicieron lo que hicieron y cómo se entiende esto de que el aumento de tarifas es un mal necesario en un país sobre acostumbrado a maldades de todo precio. La idea de tocar timbre para implicarte está en pleno auge. Y hasta Garro puso en escena sus recorridas vecinales. Habrá que armar un protocolo de recepciones para saber jugar a las visitas y poder darle al Intendente más sugerencias que desahogos.

LOPEZ TOCA TIMBRE

Es una diligencia inédita y bien criolla lo de carear a dos monjas. Sólo aquí puede darse. En la gran trasnoche del convento, todo empezó con una frase: “ábranle la puerta a López que trae algo”. Esa fue la orden que dio la hermana Alba, encargada de la aduana del albergue, postrada, pero con suficiente oxigeno y poder de mando para recibir un creyente al que se le había hecho tarde y que a puro timbrazo traía sus dólares a un refugio con algo de aguantadero y algo de posada cristiana.

Macri hizo apagar las estufas en el CCK: “me parece que estamos un par de grados más arriba de lo que deberíamos”. ¿Hablaba de la temperatura o de la inflación? Tiritar es la orden interna de una gestión destemplada, más sensible al termostato que al calor de la gente

El careo entre las hermanas María Casas y Marcela Albín pondrá a prueba creencias y miradas ¿En que pueden discrepar dos religiosas consagradas –dicen- a ser mejores orantes y penitentes? El juez Rafecas, que se ha vuelto muy curioso últimamente, quiere saber hasta dónde la carabina de López les nubló la vista a unas monjas que, de tanto mirar el más allá, olvidaron que es el más acá el mensajero de las grandes revelaciones . ¿Eran tres o eran cuatro las pensionistas? ¿Vieron o no el arma? ¿Sabían que estaban acarreando dólares mal habidos o creyeron que llegaba López con mermelada? ¿No lo denunciarlo porque peligraba el secreto de confesión o peligraban los dólares que habían llegado? ¿Y, si en vez de billetes, López tenía un cuerpo en el baúl? ¿Qué hacían. ¿Sacaban más scones y listo? El dudoso convento de General Rodríguez terminó siendo el templo simbólico de un modelo que creció haciendo la vista gorda entre bolsas recargadas y funcionarios ligeros. Y que desde el manejo de la obra pública llevó muy lejos la teoría del derrame: padres con fortunas incalculables, hijos millonarios y personal de la casa enriquecido.

EL PRO TOCA TIMBRE

“¡Aquí no hace suficiente frio!”, dijo Macri esta semana en Tecnópolis, justo cuando el Servicio Meteorológico avisaba que vivimos el peor invierno de los últimos 50 años. Un día antes, en el CCK, el Presidente había advertido: “me parece que estamos un par de grados más arriba de lo que deberíamos”. ¿Hablaba de la temperatura o de la inflación? Y les hizo apagar las estufas. ¿Más frío todavía? piensan los comerciantes de calle 8. La orden es tan estricta que en los despachos de la Casa Rosada prendieron ventiladores para que reaparezcan las bufandas. Tiritar es la orden interna de una gestión destemplada, más sensible al termostato que al calor de la gente. El consumo sufre bajas temperaturas y el ánimo esta helado. Pero Macri quiere más frío. Para explicar este trabalenguas, los más votados salieron a tocar timbre. “¿Dale, apagá la estufa, Clotilde, que llegan los del gobierno”, se atajan los dueños de casa. El invierno nos dejó helados, pero Macri pide más. Los vecinos le muestran pulloveres y cobijas a una delegación oficial que un día de estos largará perros para detectar calores sospechosos. Los visitantes llegan a cada casa y explican que lo de las tarifas era un mal necesario. Y así le agregan suspenso a un frentista que se agarra la cabeza al imaginarse que, si la justicia le da luz verde al tarifazo y hay que pagar todo de golpe, la primavera que nos espera tendrá cualquier cosa, menos flores y efectivo.

GARRO TOCA TIMBRE.

El intendente Garro para no ser menos arrancó el fin de semana “una campaña de timbreo en la que participaron distintos funcionarios y concejales oficialistas, a fin de comenzar a escuchar a los vecinos sobre los problemas de la Ciudad y aceitar el contacto directo”. Por las dudas, hay que abrirles la puertas bien abrigado, con las boletas del SUM al día, el “Sí, se puede” en la punta de la lengua y algunos globos que hayan quedado del último cumpleaños. Los vecinos en lo sucesivo van a tener la doble imposición de no ser morosos y ser hospitalarios y conversadores. Ojalá que la recorrida le sirva al Intendente para ver lo que son las veredas platenses, una herencia lastimosa de larga data y que le suma tropiezos a un paisaje difícil y concurrido: a los peligros nacionales de la entradera y la salidera, hay que sumarle por aquí los riesgos de la “paseadera”: cuesta cada vez más pasear entre piquetes y aceras destruidas que sólo conducen a la gambeta y al porrazo.

(*) Periodista y crítico de cine