Eligieron parir en casa, su beba murió y los acusan de homicidio

El hecho ocurrió el 11 de mayo pasado en la capital de Neuquén, donde una pareja llegó con su beba muerta en brazos a la guardia del hospital Bouquet Roldán. Los padres le contaron a los médicos que el parto se había desatado en forma imprevista mientras viajaban en auto desde la localidad de 25 de Mayo hacia la capital, por lo que no pudieron hacer nada para salvarla. Pero los profesionales no les creyeron y presentaron una denuncia policial. Tras ordenar un allanamiento a la casa de la pareja, la Justicia determinó que el nacimiento había tenido lugar ahí por elección.

En medio de la bronca y impotencia que generó el episodio al conocerse ayer, diversos profesionales de la obstetricia aseguraron que no es la primera vez que ocurre una situación de este tipo sólo que ahora no la pudieron encubrir. Imputada de homicidio culposo por la Fiscalía de Delitos Violentos de la ciudad de Neuquén, la pareja enfrenta una condena ejemplar. Así lo pretende al menos el fiscal Maximiliano Breide Obeid, para quien los padres “no tomaron ningún tipo de recaudo” que pudiera evitar la muerte de la bebé.

“En este caso no hubo un seguimiento del embarazo, ni controles, ni una partera, ni un obstetra, ni una ambulancia en la puerta. Ni siquiera estaba avisado el hospital”, dijo el fiscal.

Según trascendió ayer, el matrimonio -identificado por la Justicia como M.S. y S.N.- pertenecería a una familia de clase media alta dueña de farmacias en Neuquén, donde forman parte de un grupo naturista. Con esta filosofía habrían planeado al principio que su hija naciera durante una ceremonia al aire libre cerca del Río Limay, tras lo cual optaron por parto domiciliario en compañía de miembros de su comunidad.

Aunque durante la audiencia preliminar que mantuvieron con la jueza Carolina García, los padres se defendieron diciendo que se los juzga por su forma de pensar, Breide Obeid, aseguró ayer que su intervención se debe a que “no se tomó ningún tipo de recaudo” para salvar a la niña y no a una cuestión “filosófica o cultural”.

“En este caso no hubo un seguimiento del embarazo, ni controles, ni una partera, ni un obstetra, ni una ambulancia en la puerta y ni siquiera estaba avisado el hospital”, dijo el fiscal, quien adelantó que buscará una condena ejemplificadora para “concientizar” a la gente y evitar que situaciones de este tipo se vayan a repetir”.

En declaraciones a la prensa, el funcionario judicial sostuvo que la pareja imputada “no es gente de pocos recursos, sin conocimientos o no preparada: querían tener a su bebé bajo esta modalidad de no intervención médica pero no hicieron nada para evitar los riesgos adicionales que eso implica”, riesgos que este caso eran aún mayores para la posición en que hallaba la beba en el útero de su mamá.

La niña “murió en el canal de parto debido a las malas maniobras que le practicaron cuando estaba por nacer. Venía de nalgas y la impericia para manejar esa situación le provocó múltiples fracturas y un colapso fatal”, precisó el fiscal.

“Nadie dice que los padres querían matar a su hija cuando justamente lo que pretendían era darla a luz. Lo que decimos es que por una irresponsabilidad, una negligencia, una imprudencia, llevaron a cabo un parto domiciliario sin ningún tipo de control médico, ni previo ni durante el parto. Y la consecuencia de esa imprudencia fue la muerte de su bebé”, explicó.

Con respecto a la condena que busca, Breid Obeid -quien representa a la beba fallecida como sujeto de derechos- adelantó estar “analizando con la asesora de menores algún tipo de tareas comunitarias que tengan que ver con la concientización en torno a este caso para que no se vuelva a repetir. Más allá de la gravedad de los hechos, es un caso muy delicados: los padres van a cargar con eso toda la vida”, dijo el fiscal.