Cálculos y movimientos del PJ hacia 2017

Por MARIANO PEREZ DE EULATE

E l acto justicialista realizado ayer en La Matanza, a propósito de un nuevo aniversario de la muerte de Eva Perón, volvió a arrojar desde lo discursivo un concepto que se viene repitiendo en esta etapa de reconstrucción partidaria post derrota electoral: la unidad como condición para esa recuperación y una eventual triunfo el año que viene.

No se lo nombró allí pero uno de los eventuales destinatarios del mensaje fue el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, que ya recibió varias invitaciones abiertas y oficiales para regresar a la estructura de la que se fue en el 2013, cuando era hegemonizada por el kirchnerismo.

“Esa fue una foto muy vieja”, ironizaba ante este diario un operador político del tigrense en referencia al encuentro que encabezaron José Luis Gioja, como titular del partido a nivel nacional, y Fernando Espinoza, el jefe del PJ bonaerense; y que contó con la presencia de Daniel Scioli, referentes de La Cámpora, diputados nacionales con pasado reciente en el cristinismo y algunos intendentes bonaerenses.

En el massismo aseguran que a su jefe no se le pasa por la cabeza un regreso al peronismo oficial. Al menos no por ahora. En efecto, Massa pregona hacia adentro de su espacio lo que transmite hacia afuera: a nivel nacional, respetar los acuerdos con el cordobés José de la Sota, otro que no quiere saber nada con la conducción actual del PJ; y a nivel bonaerense, la consolidación de la alianza con la diputada Margarita Stolbizer.

Massa no descarta el regreso al peronismo. Mientras tanto, busca consolidar sus alianzas con De la Sota y Stolbizer

Suena prematuro, pero desde el massismo esparcen la idea de una boleta en la que ambos convivan el año que viene. Uno como candidato a senador nacional y otro como postulante a diputado. Se verá el orden, llegado el caso.

Para Massa, Margarita representa un condimento ético muy fuerte en su espacio, en momentos en que el peronismo se ve enchastrado con las denuncias de corrupción durante la era K que estallan cotidianamente y que obligan a varios de sus referentes –muchos de ellos ayer estuvieron en La Matanza- a dar explicaciones incómodas.

Esto no significa que Massa se prive de charlas individuales con algunos intendentes del peronismo. En especial con la camada más joven, el llamado Grupo Esmeralda, que tiene pretensiones de convertirse en el motor de la reconversión del justicialismo provincial. Ese lote de jefes comunales hoy no tiene un candidato definido para 2017 y sigue esperando señales del ex ministro Florencio Randazzo, a quien la dirigencia partidaria actual también invita constantemente a dar pelea “por adentro”. El ex ministro de Transporte, sin embargo, continúa guardando silencio político.

“Si seguimos sin definir quien será nuestro hombre, el año que viene vamos a terminar todos con Massa”, se sincera un militante del Grupo Esmeralda -el nombre es por la calle por la donde queda la oficina en la que se reúnen semanalmente- que ayer pasó por La Plata para un acto propio con aspiraciones fundacionales. No se refiere sólo a un candidato; hace alusión a un nuevo líder partidario.

En verdad, el ex intendente de Tigre en charlas privadas no descarta un regreso al peronismo. Pero parece un poco más experimentado en el manejo de los tiempos. Acaso haya aprendido de errores propios: en 2013 logró vencer al kirchnerismo e interrumpir el sueño de una “Cristina eterna” y eso lo catapultó automáticamente al escalón de los presidenciables. Apenas dos años más tarde, no logró ingresar al ballotage que terminarían disputando Mauricio Macri y Daniel Scioli.

Quienes tratan cotidianamente a Massa explican que el ex intendente ha adoptado una frase del dirigente peronista Julio Bárbaro, lúcido analista de las cuestiones internas, y que la repite a modo de mantra: “Al peronismo lo depura la derrota y lo ordena la victoria”.

La idea, que remite a anteriores procesos renovadores del justicialismo, reflejaría la convicción de Massa de buscar un triunfo electoral el año próximo transitando su ya célebre “ancha avenida del medio” para posteriormente explorar una pelea por el liderazgo del PJ.

“El peronismo quiere que Massa vuelva pero Massa quiere que el peronismo vaya hacia él”

Como todo político, Massa consume encuestas todo el tiempo y sabe que, hoy por hoy, es el político mejor posicionado para enfrentar a Cambiemos en la Provincia de Buenos Aires. Eso, a pesar de que en los hechos ha sido un aliado indispensable -y por lo tanto privilegiado en varios sentidos- de la gobernadora María Eugenia Vidal. También sabe que si la cuestión económica no se encamina, el electorado podría castigar al oficialismo en una elección que será legislativa.

Como sea, difícilmente los coqueteos políticos entre Massa y el justicialismo desaparezcan como por arte de magia. Un experimentado dirigente del PJ, sin pretensiones para el 2017 pero sabedor de que su partido ha empezado a moverse para recuperar el poder, definió el momento actual con precisión quirúrgica en diálogo con este diario: “El peronismo quiere que Massa vuelva pero Massa quiere que el peronismo vaya hacia él”.