Andújar cumplió 33 años y se sumó a los entrenamientos

El plantel de Estudiantes retomó ayer los entrenamientos en el Country Club de City Bell con la presencia, como se había anunciado, del arquero Mariano Gonzalo Andújar, que en el día de su 33º cumpleaños volvió a practicar tras acordar su continuidad por tres años en el club.

Y en la primera práctica tras el regreso del plantel de Estados Unidos, la pelota fue la protagonista, ya que el cuerpo técnico la utilizó en los dos encuentros que se disputaron, y ahora volvieron a los trabajos con la pretemporada que continúa de cara a las competencias que se vienen en el semestre.

En lo que respecta a los trabajos que realizó Andújar, cabe señalar que el oriundo de Villa Lugano estuvo junto al resto de los arqueros, Daniel Sappa, Nahuel Hernán Losada y Facundo Alfonso Andújar, para luego integrarse al ensayo táctico que se desarrolló de área grande a área grande, con los espacios delimitados. Por un lado, el cuerpo técnico estudiantil separó a un grupo con pecheras negras y por el otro con amarillas para diferenciarlos y darle rienda suelta a la labor en la cual los arqueros tenían que hacer la actividad únicamente con los pies.

Facundo Sánchez, Jonathan Schunke, Rodrigo Braña, Augusto Solari, Lucas Rodríguez y Lucas Viatri formaron de un lado, mientras que del otro se alistaron Leandro Desábato, Lucas Diarte, Iván Gómez, Israel Damonte, Juan Cavallaro y Javier Toledo. Este último rotó en un pasaje del entrenamiento con Viatri y, en el primer grupo, también estuvo Julián Marchioni junto a Rodrigo Braña.

Tras finalizar el entrenamiento, los jugadores fueron notificados que hoy tendrán jornada libre pero que mañana deberán regresar a los entrenamientos en el Country de City Bell.

Por otra parte, y mientras se espera la realización de algún amistoso de práctica, en el Pincha se aguarda para estas horas de la llegada del juvenil delantero chileno Jeisson Andrés Vargas Salazar, de 18 años, que se agregará a préstamo por una temporada.

La Universidad Católica vendió su pase al Bologna, de Italia, en 3,1 millones de dólares y, a su vez, el grupo empresario que intervino en la operación resolvió que el jugador esté un año más actuando en el fútbol sudamericano antes de dar el salto al europeo, y le encontró lugar en Estudiantes.

Además, también asomó la posibilidad, ante las salidas de Diego Mendoza, a Huracán, y de Federico Anselmo, a Unión de Santa Fe, de agregar otro delantero al plantel al margen del trasandino Vargas, y fue entonces que surgió el nombre de Ignacio Bailone.

El ex jugador de Lanús, nacido en la ciudad de Rosario hace 22 años, se encuentra jugando en el FK Cukaricki Stankom de la Superliga de Serbia, y se tienen de él muy buenos antecedentes.