Estupor en el peronismo por la muerte de Arlía

La muerte del ex ministro sciolista Alejandro Arlía provoca estupor en ámbitos del peronismo bonaerense, donde se había convertido en un referente técnico y político de envergadura.

Según informó ayer el diario Washington Post, el cuerpo del ex funcionario de 51 años de edad que desde principio de año vivía en con su familia en Bethesda, localidad cercana a la capital de los Estados Unidos, fue encontrado bajo el puente “Donaldson Run”, en una zona boscosa de la Avenida George Washington.

Según los nuevos detalles que se conocieron ayer, no se habría matado de un disparo sino al arrojarse de un puente. Y no lo encontraron dentro de su auto, sino a pocos metros.

Arlía había sido reportado como desaparecido por su familia que lo había visto por última vez el miércoles al mediodía frente a su casa, según informó la policía del condado de Montgomery.

A las 3.45 de la madrugada del jueves, un oficial de la Policía de Parques de Estados Unidos, en una patrulla de rutina, descubrió abandonado el Toyota Corolla plateado registrado a nombre de Arlía en el segundo mirador de la Autopista George Washington que va desde la costa sur del río Potomac hasta Langley, Virginia, donde se encuentra la sede de la CIA.

El coche fue encontrado cerca puente “Donaldson Run” que cruza la autopista y contiguo a un bosque, donde finalmente, el viernes por la tarde, fue hallado el cuerpo sin vida del ex funcionario. La principal hipótesis es que Arlía se habría quitado la vida tirándose desde ese puente.

Según la Policía de Parques de Estados Unidos “fue encontrado muerto en el bosque justo al lado de la autopista y su muerte no parece ser el resultado de un crimen”.

La investigación -según trascendió- se habría retrasado por un conflicto de jurisdicción” porque comprende a más de un Estado, ya que el auto de Arlía habría quedado dentro de una jurisdicción, mientras que su cuerpo fue encontrado en una zona cuya vigilancia policial corresponde a otro distrito”.

Arlía vivía en EE UU junto a su mujer, que es diplomática y trabaja en la OEA, y sus dos hijas, de 2 y 6 años de edad.

UNA EMOTIVA DESPEDIDA

La noticia generó fuerte impacto en ámbitos del PJ, en particular en lo que constituyó el sciolismo hasta el 10 de diciembre pasado.

La ex ministra de Economía bonaerense Silvina Batakis lo despidió ayer a través de una emotiva carta en Facebook. También Scioli lo despidió en esa red social: “Sentimos conmoción. Un gran dolor y una enorme tristeza”, escribió el ex Gobernador. Lo recordó como “un gran militante de reconocida calidad humana”.

La carta de Batakis dice así: “Conocí a Alejandro en 1997, trabajando. Fue mi jefe. Me enseñó, me retó, se enfureció varias veces, me agradeció más veces que esas. Porque era un tipo transparente y generoso. Era abundante para los elogios, nunca escondía lo que sentía.

“Nos hicimos amigos y compartimos ideales, no sólo de esos de eternas y riquísimas charlas. Andábamos juntos por la vida en poder hacerlas realidad, con vocación de servicio por el otro.

“Ale era un tipo gruñón! Y era puro corazón. La puta madre Ale… ¿Por qué no llamaste? Recuerdo las veces que estabas mal y todos me llamaban a mi y me decían “Vení, que vos lo entendés” y después de unos minutos de decirle alguna boludez no le quedaba otra que mostrar su sonrisa enorme y cambiar de ánimo.

“Ale no sólo era un tipo digno e íntegro, era lúcido, inteligente. De esas mentes que ven 10 jugadas más que ninguno. Esa integridad e inteligencia no dudó en ponerlas al servicio de sus ideales y del trabajo. Siempre se esforzaba por mejorar y trabajar más y más sin ningún tipo de excusas.

“En estas horas he visto todo tipo de noticias y comentarios. Usar la desgracia de un ser humano y de toda una familia para alimentar mentiras me parece lo más bajo que puede hacer una persona. Ni él, ni sus nenas, ni su papá Gaspar, ni su mamá Norma, ni Lorena, su esposa, merecen eso.

“El escarnio público es durísimo. Él sabía que era parte de comprometerse con la política, con la función pública, porque nunca alcanza ni es suficiente lo que uno pueda hacer, porque aún haciendo, unos están de acuerdo y otros no. Pero ahora, que tomó la decisión terrible de irse… ¿tiene que seguir soportando ese escarnio? Yo creo que no, y espero que quienes lean esto sepan respetar.

“Chau Ale, gracias por todo. Te voy a extrañar”.

Anoche no había precisiones sobre una eventual repatriación de los restos, aunque fuentes allegadas dijeron que muy probablemente eso demore varios días por los trámites judiciales que deben completarse en Estados Unidos.

Arlía era originario de la capital federal pero vivió los últimos años en Campos de Roca e hizo de Brandsen su base territorial.